viernes, 9 de mayo de 2014

Globalización

Globalización, bits y poder

Los grandes cambios en las relaciones de poder son resultado de la confluencia entre globalización y digitalización.

La globalización hizo que desaparecieran las fronteras, las barreras jurídicas (debido a la política) y las barreras naturales (debido a la tecnología).
Esto ha proporcionado al ser humano numerosas ventajas, pero a su vez ha producido un desequilibrio. La globalización supone una libertad, pero ésta es desigual, según que sea lo que se mueva. Por ejemplo, los profesionales que buscan un puesto de trabajo en un país extranjero no pueden desplazarse sin un acuerdo de reconocimiento de diplomas, también existen barreras entre los trabajadores, como la lengua, la cultura… y hay personas que para lograr tener un empleo y una vida mejores tienen que jugarse la vida para entrar en un país extranjero, ya que si entre su país de origen y el destino no hay un acuerdo firmado estas personas no pueden moverse libremente.
Por tanto, la digitalización ha propiciado otra desigualdad, pues ahora todo lo que puede convertirse en ``bits’’ puede moverse gratuita e instantáneamente.

Por tanto, la globalización solo se ha producido en dos sectores: el del dinero y el de la información, ya que ambas se convierten en ``bits´´. Se ha producido un crecimiento muy notable de quienes controlan estos dos ámbitos, pasando incluso por encima del poder político. Tanto, que ahora por ejemplo, resulta muy complicado para los gobiernos de países dictatoriales evitar que cierta información llegue a sus ciudadanos, y en este caso, este intercambio de información tan fácil y rápido podríamos considerarlo como algo positivo, aunque ha sido necesario establecer ciertas leyes que defiendan la privacidad de las personas y que condenen las calumnias.
Sin embargo, este crecimiento abrumador de quienes controlan estos dos sectores, también tiene aspecto negativos, como por ejemplo, el hecho de que hoy en día sea tan difícil para los gobiernos hacer que los ciudadanos poseedores de grandes capitales cumplan con las obligaciones fiscales de sus países, por tanto haría falta una regulación global para acabar con las operaciones especulativas y con los ``casinos financieros´´.

A pesar de que se han producido ciertas desigualdades como las ya mencionadas, mi opinión al respecto es que la globalización ha supuesto una gran ventaja para el mundo, ya que ahora es más fácil comunicarse con el exterior, viajar y mantener contacto con nuestros allegados aunque éstos estén a miles de kilómetros de distancia, ya que las distancias se han hecho mucho más cortas, y también considero que hay más libertades que antes y se tiene más acceso a la información. Sin embargo, se deberían establecer acuerdos globales para, por ejemplo, el libre movimiento de personas de un país a otro, fuera el que fuese el país de procedencia, y así corregir estos aspectos negativos de desigualdad.



Fuentes:

Síntesis y opinión basadas en el artículo de Joan Majó, ingeniero y exministro, publicada por El País el 27 de Noviembre de 2013.

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