sábado, 10 de mayo de 2014

El antisemitismo

Este concepto hace referencia al rechazo hacia los judíos provocado por una combinación de prejuicios, ya sean religiosos, raciales, étnicos o culturales. Esto se debe a que las personas antisemitas no consideran a los judíos como un grupo religioso sino que son definidos como una raza diferente. Este pensamiento surge a mediados del siglo XIX debido a una derivación del racismo y del nacionalismo puesto que se prefería diferenciar “el antisemitismo” y “el antisemitismo religioso” (anti-judaísmo), de ahí a que sean considerados una raza diferente.


Como todos sabemos la mayor “propaganda” antisemita se produjo en la Alemania nazi ya que presentaban a los judíos como el origen de una variedad de problemas políticos, sociales, económicos y éticos que enfrentaban al pueblo alemán.

Cuando Hitler consiguió el poder y el apoyo de la mayoría de los alemanes entre 1933 y 1938 comenzó a realizar boicots contra los judíos para que estos fuesen rechazados por la sociedad, incluso llegó al punto de instaurar leyes contra ellos. De este modo se produjo la separación de los judíos y la raza que Hitler había formado, “la raza aria”. Por este motivo, se quemaron sinagogas y tiendas cuyos dueños eran judíos, dejándoles sin ningún tipo de propiedad.

 Pero para Hitler esto no fue suficiente sino que al comienzo de la IIGM, en 1939, el genocidio se convirtió en el objetivo primordial del antisemitismo nazi por lo que Hitler les encerró en cámaras de gas y luego posteriormente provocó el conocido “Holocausto judío”. Para justificar estas acciones a la sociedad que no le apoyaba, afirmaba que los judíos eran subversivos comunistas, especuladores de la guerra y un peligro para Alemania puesto que eran desleales y se oponían al país.

Sin embargo, el antisemitismo no se creó en la Alemania nazi sino que su origen es anterior. Comenzó como un simple problema religioso entre cristianos y judíos puesto que los primeros no aceptaban que los judíos no creyesen que Jesús era el hijo de Dios por lo que los cristianos se sentían ofendidos. El conflicto se complicó y cuando el cristianismo tomó importancia en Europa se les persiguió y se les masacró en ciudades como Worms y Colonia. Así pues, se les acusó de crímenes contra los cristianos, existiendo incluso leyendas que dicen que los judíos el día de Pascua debían raptar y sacrificar a un niño cristiano.

Estos acontecimientos fueron empeorando sobre todo a lo largo del siglo XIX ya que, como he dicho antes, no solo el antisemitismo existió en Alemania sino en otros lugares como por ejemplo Francia. En este país el antisemitismo fue conocido al declarar a una persona culpable por el simple hecho de ser judío. Este es el caso de Alfred Dreyfus el cual fue acusado de espionaje y se le condenó con pruebas falsas para poder culparle por su sangre judía. 


 Este acontecimiento conmocionó a la sociedad francesa, e incluso al escritor Èmile Zola quien escribió “Yo acuso” con la intención de denunciar esta situación y el hecho de haber acusado a una persona con pruebas falsas solo por su condición religiosa. Tras esto, los partidarios de Dreyfus sostuvieron una intensa lucha para defenderle y finalmente consiguieron que Dreyfus se declarara inocente a comienzos del siglo XX.

Como podemos ver, el antisemitismo ha sido un problema constante desde varios siglos atrás y ha ido empeorando con el tiempo, por lo que nos podemos preguntar si en pleno siglo XXI todavía existen acciones o personas antisemitas. Pues la respuesta es sí.


Se trata del cómico francés Dieudonné M´bala M´bala, el cual ha sido siete veces condenado por antisemitismo ya que en sus espectáculos lo utiliza como un tema de burla, pero lo peor no es esto, sino que sus seguidores, entre ellos judíos, defienden su postura y reivindican el derecho del cómico a “desacralizarlo todo y reírse de todo”, incluso de las cámaras de gas que supuso en la historia un crimen contra la humanidad.



Este cómico de 48 años, es el inventor de la “quennele”, un saludo con el brazo que define como un corte de mangas al sistema, pero que tiene mucha similitud con el utilizado en la Alemania nazi, ¿será casualidad?. El caso es que Dieudonné niega ser antisemita, sin embargo, se burla de crímenes cometidos en la historia por otros antisemitas e incluso cuando se presentó a las elecciones locales recalcó dos aspectos importantes para su partido: el carácter ultra y el antisemitismo. Afortunadamente, para muchos, perdió estrepitosamente.

Esto ha provocado que en Bélgica hayan tenido que prohibir una manifestación antisemita liderada por el grupo político ·Debout Les Belges!” (Despertad, belgas!) y cuyo invitado estrella era, sin duda, el cómico Dieudonné. De hecho, el diario belga “Le Soir” ha lamentado que se suspendiese el acontecimiento, no por simpatía hacia el mismo, está claro, sino todo lo contrario ya que si el acto se hubiese celebrado se habría podido imponer penas serias a todas las personas que han hecho del antisemitismo y del odio su negocio.


Como conclusión, he elegido este tema para que podamos ver que, aunque venga de siglos atrás, es un tema que está presente actualmente y por supuesto, me parece denigrante que existan personas como el cómico Dieudonné y, peor aún, que utilice el antisemitismo como objeto de burla para sus espectáculos.

Bibliografía
El País, internacional 09-01-2014
Enciclopedia del Holocausto. http://www.ushmm.org/wlc/es/article.php?ModuleId=10007538
La Gaceta 05-05-2014 

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