domingo, 4 de mayo de 2014

Italia y el imperio germánico

Grupo 4
La unidad territorial territorial para Italia fue difícil, a principios del S XVI se encontraba dividida en:

Ducado de Milán
Aquí, el poder comunal pasó a los Visconti, Sforza y franceses, del siguiente modo:
En Milán, a finales del XIV se concede el título ducal a los Visconti.
Hubo un gobierno republicano que duró tres años, no estuvo vinculado con los Visconti, y a mediados del XV la unión del Condottiero (mercenario al servicio de ciudades italianas) Francisco Esforza con una Visconti  colocaría a los Sforza en el poder.
 A principios del XVI empezó un periodo de contiendas (aproximadamente treinta y cinco años)  entre Franceses y los Sforza: Luis XII de Francia (Nieto de una Visconti) ocupó Milán militarmente y llegó al poder; Francisco Esforza tras su expulsión fue devuelto al poder con ayuda de Carlos V, en 1535 -con una nueva ocupación francesa- muere  tras renunciar a los territorios (se incorpora estos territorios a la monarquía hispánica). En 1540 se nombra duque de Milán a Felipe II.

La república de Venecia
En este periodo destacan dos órganos: el primero, El Gran Consejo, más práctico que el otro;  el segundo, El Dux constituía la cabeza de la república y era de carácter más simbólico.
 La flota de galeras veneciana ayudó a que tuviese un papel importante en las ligas de estados que se configuraban en la época.

 Tuvo que enfrentarse a amenazas importantes: la liga formada entre España, Francia y el emperador, en la que el “Tratado de Noyons de 1516” garantizaba su independencia; la expansión del Imperio Otomano por el mediterráneo; y el descubrimiento portugués de una ruta marítima hacia las Indias.

República de Génova
Su modelo de gobierno era republicano y  se enfrentó al avance otomano.
Se encontró bajo control extranjero de forma reiterada, mientras sus dominios coloniales en el mediterráneo oriental iban cayendo progresivamente en manos turcas.

En las primeras décadas del siglo XVI dependió sobre todo de Francia, esto cambió en 1528 cuando Andrea Doria (almirante general de la flota genovesa) se puso al servicio de España como medio de garantizar la independencia de la república. Tras expulsar a los franceses lograría calmar las tensiones internas merced a una nueva constitución que consagraba el dominio de la aristocracia mercantil y restauraba la figura del dux que sería bianual y  sometido a la supervisión de dos cónsules y de un censor.

República de Florencia
En 1934, Cosme el Viejo puso fin a la República, adoptó medidas que reforzaran su posición en el poder e hizo frente a familias aristocráticas.
Pedro Médici (II) apoyó a los franceses puesto que quería hacerse con Nápoles, esto trajo como consecuencia una revolución al mando de Girolamo Savonarola y la vuelta a la república (1494 - 1512). Esta revolución tenía sentido también por la corrupción del papado.
Savonarola es ejecutado en 1498 y en 1512 Giuliano Médici, hijo de Cosme,  (1512-1516) vuelve al poder gracias a la  Santa Liga.
En 1530, con Alejandro de Médici en el poder, se convierte en Ducado hereditario.

Estados pontificios
Los pontífices participaban de las  contiendas libradas en Italia debido a la posición territorial y a sus ambiciones.
Alejandro VI, el papa Borgia ( 1492-1503) permitió a su hijo César Borgia constituir un domino propio en la región de la Romaña.

Julio II (1503-1513) era enemigo de los borgia, en su mandatose se fijaron los límites de
los Estados Pontificios, incorporando  Perugia, Rávena, Bolonia, Módena,
Regio, Parma y Piacenza.
Con León X , hijo de Lorenzo el magnífico, el Papado y sus sucesores hicieron frente a la reforma luterana, además de finalizar el Concilio de Trento.
El Concilio de Trento (consejo católico cuyo nombre se debe a la ciudad donde se realizó) tuvo lugar entre los años 1545 y 1563. 
El poder español era una preocupación  para los pontífices, preocupación que se incrementó después del saqueo de Roma en 1527 por las tropas de Carlos V. Paulo IV, Gian Pietro Carafa, intentó expulsar a los españoles, pero no lo consiguió.
 Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, familiar de Fernando el Católico y miembro de la nobleza andaluza fue quien hizo posible el regreso del dominio español; obtuvo victorias en Ceriñola y Garigliano ante los franceses. Nápoles pasó a ser gobernada por un virrey y se respetó algunas de sus instituciones.


1 comentario:

  1. A. Doria no se puso al servicio de "España" sino de la Monarquía Hispánica o de Carlos V, que no es lo mismo.

    ResponderEliminar