Epidemias y pandemias
A continuación me gustaría describir las principales
epidemias y pandemias que se han desarrollado a lo largo de la historia y poner
de relieve los efectos que han conllevado.
Para comenzar es conveniente distinguir el significado de
epidemia del de pandemia:
-Epidemia: Enfermedad
que se propaga durante algún tiempo por un país, acometiendo simultáneamente a
gran número de personas.
-Pandemia:
Enfermedad
epidémica que se extiende a muchos países o que ataca a casi todos los individuos
de una localidad o región.
Las grandes epidemias y pandemias que han asolado el
mundo han provocado grandes pérdidas humanas pero como veremos a continuación
su legado va algunos pasos más allá debido a que estas epidemias han tenido
influencias económicas, sociales, etc.
Hoy en día a pesar de vivir en la sociedad más
preparada de la historia en cuanto a conocimientos médicos se refiere y de que nuestra
calidad de vida sea mucho mayor, al igual que nuestras posibilidades de
supervivencia, seguimos expuestos a peligrosos virus que nos hacen vulnerables
y que en caso de expandirse provocarían auténticos estragos al igual que ha
ocurrido hasta ahora, pero las condiciones sociales y la mentalidad de las
personas han cambiado. Veamos pues cómo ha ocurrido todo.
Cierto es que siglos atrás cualquier enfermedad, por
pequeña que fuera era muy peligrosa para el que la sufría pero si hablamos de
epidemias y especialmente de pandemias la cosa se complica mucho más, hasta el
punto que podemos decir que estas han influido de manera drástica en el
desarrollo de la historia.
Tenemos referencia de la existencia de grandes plagas
ya desde la Edad Antigua, como la Plaga
de Atenas (430 a.C.-429 a. C) y el regreso de una nueva oleada tres años
más tarde. También existen referencias de las 10 plagas de Egipto en la Biblia.
Se habla de la Peste
antonina, que llegó a Roma (166); la Peste
de Cipriano, procedente de Etiopía, cruza Egipto, el norte de África y
llega a Roma en 251; y la Peste de
Justiniano (541), que se considera el primer brote de peste bubónica. Llegó desde Egipto a
Constantinopla matando a un 40% de los habitantes de la ciudad y la cuarta
parte de la población europea oriental.
Ocho siglos después regresó y de la peor manera
posible. Se considera que regresó a Europa desde Asia a través de la ruta
comercial de Crimea donde la colonia genovesa de Kaffa fue asediada por los
mongoles. Los refugiados de Kaffa llevaron la peste a Venecia, Génova y Messina
hacia el año 1347. A partir de ese
momento se expandió por toda Europa una de las peores pandemias de la historia,
que acabó con la vida de 1/3 de la
población europea. Este primer brote de la Peste Negra fue el más dañino
aunque se sucedieron diversas oleadas
hasta 1670 y suma un total de aproximadamente 25 millones de víctimas en Europa y entre 40 y 60 millones en Asia.
La población de la Edad Media creía firmemente que la
peste era un severo castigo divino por
los pecados de la humanidad, lo cual demuestra que la religión marcaba la vida
de la población (en todos los aspectos). La Iglesia, que gozaba de gran
poder, hizo un llamamiento de cambio moral en la población y se condenaron todo
tipo de excesos. Incluso se llegó a cierto punto de fanatismo religioso por
parte de ciertas congregaciones cuyos miembros se autoinflingían en señal de humildad frente al juicio divino. El
extremo contrario lo conformaban aquellos que habían conseguido sobrevivir a la
peste y que se dedicaban a vivir la vida
al límite.
Por otro lado culpaban
a los proscritos de la sociedad de expandir la enfermedad, muchos mendigos,
pobres y judíos fueron perseguidos o condenados por ello.
Otra explicación acerca de la propagación de la
enfermedad estaba basada a en la concepción de la existencia de unas miasmas que se encontraban flotando en
el aire a causa de los diversos
terremotos y erupciones volcánicas que se sucedieron en aquella época y que
liberaron de las profundidades vapores
insalubres que causaban y expandían la enfermedad.
Una pandemia de estas características ha conllevado importantes
consecuencias entre las que se encuentra el acusado descenso de población y consiguiente descenso de la mano de obra que hizo que la producción agraria fuera menor.
Ante esta escasez de mano de obra barata y una gran cantidad de tierras a
cultivar, los salarios aumentaron. Los campesinos adquirieron
mayor libertad para elegir las tierras que querían y discutir el tributo con
los señores, y los trabajadores demandaban altos salarios por su trabajo.
También se empezó a desarrollar la medicina y la implementación de sistemas de
acueducto y alcantarillado que mejoraban
la higiene de las ciudades. El Renacimiento fue otro de los cambios que
surgieron tras la epidemia con su explosión de arte, investigación astronómica,
política, filosófica, etc.
La viruela
Se considera que surgió en torno al año 10.000 a.C. y a
lo largo de la historia ha tenido diversos brotes importantes que se han
cobrado la vida de muchas personas (su tasa
de mortalidad era de un 30% de los pacientes afectados).
Se cree que un brote de viruela se desarrolló entre los
miembros de la armada Persa, permitiendo que Grecia mantuviera su independencia
y creara una cultura gloriosa ya que en el marco de la Guerra del Peloponeso, 430 a. C. un agente desconocido mató a la
cuarta parte de las tropas atenienses y a una cuarta parte de la población a lo
largo de cuatro años aunque finalmente debilitó mucho más a los persas y los
atenienses lograron la victoria.
Siglos más tarde una nueva epidemia de viruela acabó
con la vida de unos 5 millones de romanos entre el año 165 y 180. En 255 surgió un
nuevo brote de la enfermedad que aniquiló 5.000 personas diariamente durante
once años.
Otro de los brotes de viruela más significativos fue el
que se dio con la llegada al Nuevo Mundo,
y es que el virus afectó a una población que no tenía las defensas apropiadas
para combatirlo. Esta epidemia favoreció a los españoles ya que debilitó o
aniquiló a mucho indígenas y esto facilitó
la conquista.
A finales del siglo
XVIII Edward Jenner descubre la vacuna
contra la viruela (aunque en China ya se practicaba la inoculación como método
de prevención mucho antes).
La enfermedad está oficialmente erradicada desde el 8 de mayo de 1980 aunque se sigue conservando 2 muestras del virus (una en Estados Unidos y otra en Rusia) y este
hecho genera mucha controversia ante un posible escape accidental del virus
frente al cual la población ha perdido
la inmunidad y la memoria genética así que antes de que la industria
reaccionara habría un elevado número de víctimas y por otro lado se teme el uso
del virus como arma biológica. La
conservación de estas muestras no es necesaria ya que hay una reserva de 4
millones de vacunas que se renuevan periódicamente.
El cólera
Es probable que tenga su origen en el subcontinente
indio y ha sido frecuente en el delta del Ganges desde la antigüedad debido a
la contaminación del río. La
propagación de la enfermedad se produjo por primera vez por las rutas
comerciales (tierra y mar) hasta Rusia y desde allí al resto del mundo.
Es una enfermedad aguda, diarreica cuyo virus se
manifiesta como una infección intestinal. Es a Filippo Pacini a quien se le atribuye su descubrimiento en el año 1854, y a Jaume Ferran i Clua la elaboración de su primera vacuna.
El mayor peligro para el infectado es que esta
enfermedad genera una pérdida rápida de líquidos corporales, lo que lleva a la
deshidratación y a la postración. Sin tratamiento adecuado, puede ocurrir la
muerte en cuestión de algunas horas.
El cólera ha producido varias epidemias, y unas seis
pandemias mundiales, siendo la primera la
que partiendo de la India (zona de Bengala) asoló Europa y América a principios
del siglo XIX (1816-1826). Se extendió también hasta China y el Mar Caspio
antes de disminuir. La segunda pandemia
(1829-1851) alcanzó Europa, Londres en 1832, Nueva York en el mismo año, y la
costa del Pacífico en Norteamérica en 1834. La tercera pandemia (1852-1860) principalmente afectó a Rusia, con
más de un millón de muertos. La cuarta
pandemia (1863-1875) se extendió en su mayor parte por Europa y África. La quinta pandemia (1899-1923) tuvo pocos
efectos en Europa gracias a los progresos en salud pública, pero Rusia fue
gravemente afectada de nuevo. La sexta
pandemia comenzó en Indonesia en 1961 y alcanzó Bangladesh en 1963, India
en 1964, y la URSS en 1966.
Se estima que murieron unas 10 millones de personas en el siglo XIX pero no olvidemos que esta
enfermedad aún es común en diversas partes del mundo incluyendo el
subcontinente Indio, Sureste Asiático, Latinoamérica y el África Subsahariana.
El tratamiento se basa en la toma de sueros y/o
antibióticos con el fin de rehidratar al paciente pero es necesario proceder
con mucha rapidez.
La gripe
española
La enfermedad se observó por primera vez en Fort Riley,
el 28 de mayo de 1918. Los Aliados
de la Primera Guerra Mundial la llamaron gripe
española porque la pandemia recibió una mayor atención de la prensa en España
que en el resto de Europa, ya que España no se vio involucrada en la guerra y
por tanto no censuró la información sobre la enfermedad.
Existe la teoría de que fue el resultado de una
recombinación genética entre un virus animal, concretamente la gripe porcina, y
otro humano, ante la cual la memoria inmunológica de la humanidad era
inexistente.
Aunque la Primera
Guerra Mundial no causó la gripe, la cercanía de los cuarteles y los
movimientos masivos de tropas ayudaron a su
expansión. Los investigadores creen que los sistemas inmunológicos de los
soldados se debilitaron por la tensión del combate y los ataques químicos,
incrementando las probabilidades de contraer la enfermedad.
Según las estimaciones más recientes la
cifra de muertos oscilaría entre 50 y 80
millones de personas, entre un 2’5 y un 5% de la población del planeta en
ese momento. En España murió el 1’5% de la población, lo que supuso que nuestro
país tuviese un crecimiento negativo en 1918. En EEUU (Estados Unidos) la
esperanza de vida en ese año se acortó más de 10 años.
El virus de la gripe española persistió en cerdos, y con ello, los descendientes del virus de 1918 han circulado en seres humanos
durante todo el transcurso del siglo XX, contribuyendo a la aparición normal de
gripe estacional anualmente.
El virus de la
gripe ha sido considerado uno de los más esquivos debido a sus transformaciones constantes para eludir los
anticuerpos protectores que se han desarrollado tras exposiciones previas a
gripes o vacunas. Cada dos o tres años, el virus sufre algunos cambios menores.
Sin embargo, aproximadamente cada
decenio, después de que una gran parte de la población mundial ha logrado
algún nivel de resistencia a estos cambios menores, el virus evoluciona drásticamente, lo que le
permite infectar fácilmente a un gran número de personas.
Algunos de los brotes de gripe más famosos son la gripe asiática que infectó a más de 45
millones de personas en Norteamérica, ocasionando la muerte de 70.000 personas.
En total causó casi 2 millones de muertes a nivel mundial.
Once años más tarde, desde 1968 a 1969, la pandemia de gripe de Hong Kong afectó a más de
50 millones de personas causando unas 33.000 muertes.
En 1976, unos 500 soldados se infectaron con gripe porcina en un periodo de pocas
semanas. Sin embargo, al final de ese mes, los investigadores encontraron que
el virus había "desaparecido misteriosamente”.
Durante el transcurso de un año promedio en un país
como los Estados Unidos, hay aproximadamente unos 50 millones de casos de gripe
"normal", que provocan la muerte de unas 36.000 personas. La mayoría
de los pacientes afectados hacen parte de grupos en riesgo como personas
extremadamente jóvenes o ancianas, enfermos y mujeres embarazadas, siendo un
gran porcentaje de las muertes producto de complicaciones derivadas como
neumonías.
A
modo de conclusión me gustaría sacar a relucir algunas reflexiones acerca de cómo han
repercutido las epidemias y pandemias en nuestra historia.
No cabe duda de que las grandes epidemias han traído
consigo momentos de crisis, de cambios, tanto demográficos como políticos
económicos y sociales y momentos de incertidumbre e inestabilidad.
Para comenzar podemos observar que la Peste Negra ha
repercutido mucho en la sociedad en primer lugar por el hecho del constante
temor ante una enfermedad tan terrible que recordemos se concebía como un
castigo divino y esto hace ver que la sociedad medieval y la moderna estaban
marcadas por la religión. La religión
era un refugio para aquellos que tenían que enfrentarse a las duras
condiciones de vida de aquella época empezando por el hambre, la suciedad, las continuas guerras, la continua exposición a la
muerte, la pobreza y por si fuera poco la sociedad tuvo que enfrentarse a
estas epidemias frente a las que las personas no estaban inmunológicamente
preparadas precisamente por las condiciones en las que vivían y que sin duda
agravaron la situación con un gran número de muertes, despoblación, abandono de cultivos, descenso de la
productividad agraria, hambrunas, etc.
Pero a pesar de todo lo negativo que conllevó la peste hay
que decir que también llevó a cosas positivas como por ejemplo el aumento de salarios ante la falta de
mano de obra e incluso hay quien considera que a la hora de redistribuir la
fortuna tras la peste se favoreció la formación de la sociedad capitalista en
tanto en cuanto a que hizo aún más grande la brecha entre pobres y ricos. Por
otro lado la aparición de enfermedades tan contagiosas favoreció una apertura
de mente y la búsqueda de soluciones en
la ciencia y su posterior desarrollo.
El desarrollo de la medicina ha sido de vital
importancia para combatir estas epidemias y para prevenirlas aunque pese a
todos los esfuerzos parece que las epidemias no nos abandonan, es más, existe
un mayor número de epidemias desde el siglo XX (VIH, SARS, gripe A, ébola, malaria, tuberculosis, hepatitis, meningitis, fiebre amarilla, etc.) aunque el número de víctimas sea
menor.
Si siglos atrás la mayor preocupación de las personas era sobrevivir a una inminente muerte, hoy en día parece que el mayor temor es que los virus
se usen como armas biológicas.
Por otro lado hay personas que consideran que las
epidemias no suponen un peligro real, que pueden ser controladas pero las
farmacéuticas quieren sacar provecho de la venta de vacunas y que por ello
atemorizan a las personas.
Lo que está claro es que hoy por hoy y pese a todo el
desarrollo de la ciencia no hemos sido capaces de evitar las epidemias aunque sí
es cierto que nuestras posibilidades de supervivencias son mucho mayor pero a
pesar de ello podemos llegar a ser muy vulnerables ante los virus.
¿Acaso son las epidemias nuestros fieles acompañantes
en la historia o seremos capaces de erradicarlas en un futuro gracias a la
ciencia?
El tiempo lo dirá…
Bibliografía:
http://alfonsofernandezdiaz1998.blogspot.com.es/2012/02/la-peste-bubonica.html
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