Si
dijéramos que durante la Segunda Guerra Mundial los Estados Unidos
pactó con la mafia, ¿cuál sería la opinión que nos crearíamos
del mundo en el que vivimos, de la sociedad, las estructuras de
gobierno y de su relación con el crimen organizado?
Se
han realizado numerosas investigaciones a partir de la década de los
50 del siglo pasado. Lo que comenzó siendo un mito, ha ido ganando
fundamento teniendo en cuenta el descubrimiento de un informe sobre
la estrategia adoptada por los Estados Unidos para vencer al enemigo
durante la Segunda Guerra Mundial. En su estrategia se incluía el
importante papel que jugaría la mafia y cualquier otro grupo de
índole radical. La cuestión era que no importaban los medios, se
trataba de la supervivencia de la nación, se trataba de vencer al
enemigo; el fascismo y el nazismo. De todos modos, no hay ninguna
prueba de que la operación se llevara a cabo. Tim Newark en su libro
Aliados
de la mafia: La verdadera historia de los pactos secretos con los
aliados en la Segunda Guerra Mundial nos
cuenta los detalles sobre este tema. Además de este autor, podemos
encontrar información de manera más concreta ya sea en otras
páginas web, artículos de prensa, en libros o mismamente en
documentales. Por lo tanto, en este artículo no se pretende repetir
datos -nombres y fechas- simplemente se abarcará de forma breve a lo
que es la mafia, su relación con los aliados durante uno de los
mayores conflictos de la historia y la importancia de la familia en
el mundo Mediterráneo como punto clave para comprender su origen.
Por último, presentaremos la magnífica obra de Mario Puzo, El
Padrino,
que nos sirve de ejemplo perfectamente y a pesar de tratarse de una
novela ficcional, a veces, la realidad supera a la ficción.
A
principios de la década de los 40, los estadounidenses participaban
en la guerra enviando barcos en los que transportaban tropas que
proporcionaban a los aliados en Europa. El problema era que estaban
siendo atacados constantemente por saboteadores alemanes. En esta
época el control de los puertos, destacando Nueva York, lo tenía la
mafia, en concreto, el capo de todos los capos, Lucky Luciano. Pero
el suceso clave fue el incendio del transatlántico SS Normandie.
Lucky desde la cárcel afirmó que era obra de la mafia. De todos
modos, no quedó nada demostrado y el gobierno finalmente declaró
que se trataba de un accidente y el caso quedó supuestamente
cerrado. Esto no excluye el efecto sobresaltador que produjo en la
Marina estadounidense. Lo tenían claro, era fundamental conseguir el
acceso a los muelles. Así que no los quedó más remedio que
establecer un acuerdo con la mafia. Tuvieron que negociar con Lucky
Luciano y este enseguida fue trasladado a una de las prisiones más
“suaves” de Estados Unidos. Los puertos funcionaron a la
perfección después del acuerdo hecho.
En
los años 20 en Italia había llegado el fascismo con Mussolini y con
él su idea de ley y orden. Para Mussolini no había más jefe que
él, por lo que arremetió contra todo aquel que fuera sospechoso de
ser mafioso. Por lo tanto, envió a sus camisas
negras a
Sicilia, donde muchos mafiosi
fueron encarcelados y otros ejecutados. Por una parte, Lucky estaba
realmente descontento con la situación. Por otra, una vez sin el
riesgo de que los puertos estadounidenses fueran atacados, se decidió
pasar a Europa y hacerlo entrando por Sicilia. Pero las tropas
americanas desconocían la isla y de nuevo tuvieron que recurrir a la
ayuda de la mafia. Lucky encargó a los nativos de la isla que
proporcionaran información sobre todo el territorio siciliano
incluidos los puertos, y cualquier otro tipo de ayuda que necesitaran
los aliados.
Una
vez terminada la guerra con la victoria de los aliados, Sicilia quedó
en un absoluto caos. Los fascistas habían sido expulsados, a
consecuencia de esto se produjo un importante vacío de poder. En
consecuencia se les encomendó a los oficiales americanos la tarea de
asignar puestos de responsabilidad como es el caso de los alcaldes.
Parece que no tuvieron más remedio que sustituir a los alcaldes
fascistas por jefes de la mafia. Además muchos mafiosos fueron
liberados de las cárceles utilizando como pretexto que se trataba de
víctimas del fascismo.
En
cuanto a Lucky Luciano, cumplió solo los 10 años de una condena de
50 con la única condición de abandonar los EEUU. Dirigió sus
operaciones desde Cuba y más tarde desde Italia. En resumidas
cuentas, no tardó en volver a sus negocios de siempre y en afianzar
el poder de la mafia neoyorquina.
Para
finalizar este punto, he aquí la pregunta: ¿qué rumbo hubiera
tomado la Segunda Guerra Mundial sin la “ayuda” de la mafia?
Sicilia,
ya antes de que apareciera la mafia estaba siempre bajo dominio de
pueblos extranjeros (griegos, romanos, árabes, normandos,
españoles). Esto es normal, teniendo en cuenta la situación
geográfica de la isla, justo en medio del mar Mediterráneo. Por lo
tanto, el gobierno de Sicilia se llevaba a cabo desde lugares
lejanos, y si surgían problemas estos se arreglaban entre los
sicilianos. De ahí la importancia de la familia, la familia por
encima de todo, no existía instancia mayor, ni estado, ni iglesia.
Cualquier insulto proferido contra algún miembro de la familia se
solucionaba en forma de vendetta,
la
venganza. Más adelante, a mediados del siglo XIX comenzaba a
desaparecer en Sicilia el feudalismo. Los campesinos por fin podrían
poseer sus tierras libremente en lugar de tener que trabajar para
ricos terratenientes. Durante este periodo de anarquía, los hombres
que habían acumulado poder al ocuparse de la protección de sus
señores ausentes comenzaron a meterse por la fuerza en los negocios
y las tierras. La ausencia de gobierno legítimo hizo que ellos
fueran el poder. De esta forma empezaron a surgir los primeros jefes
de la mafia.
Normalmente,
la estructura de esta organización se basa en la familia y los
amigos más cercanos. Cada familia está encabezada por un don
que es el jefe de la familia. Este tenía la última palabra y tomaba
todas las decisiones con ayuda de su consigliere
o
consejero.
También
estaba la figura del abogado que aconsejaba al don
en asuntos relacionados con la ley, pero más adelante el consigliere
también tenía el título de abogado. Después del jefe se situaban
los caporegime
que
eran una especie de capitanes con varios soldati
a
su mando que eran los que se encargaban de las actividades criminales
directamente. También cabría destacar a los asociatto
que
no formaban parte de la mafia pero que sí estaban relacionados con
ella, unidos por una cadena de favores. Muchas veces, relacionados
con altos cargos de responsabilidad.
Como
hemos podido observar toda la organización gira en torno a la
familia. La familia es un elemento principal en el mundo
Mediterráneo. En comparación con otros países nórdicos, por
ejemplo, las relaciones entre parientes son mucho más lejanas que en
el caso de los países mediterráneos. Esto tiene sus ventajas y sus
inconvenientes. Por una parte, la importancia de la unión familiar y
la ayuda que se presta entre parientes crea un ambiente de
solidaridad. Pero por otra, facilita el clientelismo, es decir, poner
en puestos importantes a amigos o parientes. Lo que realmente se
pretende explicar con esto es que quizás no sea casualidad que la
mafia naciera en un país mediterráneo y que su estructura partiera
de la familia. Además todo funciona a partir de una cadena de
favores enmascarada por una supuesta amistad desinteresada. Y lo
curioso es que un favor solo se puede pedir en la boda de alguno de
los hijos del don.
De
nuevo, tenemos la mafia relacionada con un importante acontecimiento
de índole familiar. La familia hace algo por alguien, el don
o el padrino, también llamado así, hace un favor, ayuda a ese
alguien. De ahí su nombre, es padrino de todos, todos son amigos,
pero todos quedan en deuda con él y con su familia, comprometiéndose
a rendirle total lealtad. La figura del don
como un hombre de honor, al que todos temen y respetan, obligados a
guardar la omerta,
la ley del silencio.
A
modo de conclusión, podemos destacar El
Padrino
de Mario Puzo como una de las mejores obras que tratan el tema de la
mafia. Muchas veces se ha relacionado al autor con este mundo, pero
Puzo desmiente esto y afirma que su novela presenta los hechos de un
modo romántico y que no coinciden para nada con la realidad ya que
la realidad es mucho más cruenta. De todos modos se sospecha que,
aunque no existiera ningún Vito Corleone ni ninguno de los demás
personajes, podría haber semejanzas entre algunos personajes y
personas reales. Por ejemplo, es famosa la situación de Frank
Sinatra y su vínculo con la mafia, y su respectivo personaje en la
novela, Johnny Fontane. En esta obra podemos ver como el poder de la
mafia es infinito y como llega a controlar altos puestos de
responsabilidad, entre ellos grandes banqueros, jueces y políticos.
Incluso aparece el poco “limpio” negocio que gira en torno al
mundo del cine en Hollywood. La familia Corleone lucha por la
supremacía en Nueva York contra otras familias. El objetivo es el
poder y el dinero. La mafia se sitúa por encima de la sociedad. El
don
como un hombre que no sigue las leyes, que no se somete a nada ni a
nadie, él está por encima de todo. Quizás surge meramente por esa
insatisfacción con la sociedad, por esa falta de confianza en el
gobierno y en los órganos de justicia. Quizás, remontándonos a la
Sicilia invadida por distintos pueblos, surge cuando cada uno toma la
justicia y el poder por su propia mano ante la falta de resultados.
Para finalizar, mostraremos a continuación el diálogo entre
Michael, hijo de Don Vito Corleone, y su futura esposa Kay, a la que
explica cómo es su padre:
“Lo
que ocurre – dijo Michael – es que has visto muchas películas y
has leído demasiados periódicos sensacionalistas. Tienes una idea
muy equivocada de mi padre y de la Familia Corleone. Voy a explicarte
algo más. Mi padre es un hombre de negocios que trata de ganar
dinero para mantener a su familia y para ayudar a sus amigos
necesitados. No acepta los dictados de la sociedad, porque tales
dictados le hubieran condenado a una vida indigna de un hombre de su
inteligencia y personalidad. Lo que quiero que comprendas es que él
se considera al mismo nivel que un presidente, un primer ministro, un
juez del Tribunal Supremo o un gobernador de cualquier Estado. Se
niega a aceptar que le impongan su voluntad. No quiere acatar las
leyes dictadas por los otros hombres, unas leyes que le hubieran
condenado a ser un fracasado. Ahora bien, su mayor deseo es entrar a
formar parte de esa sociedad, pero como miembro poderoso de ella, ya
que la sociedad sólo protege realmente a los poderosos. Mientras,
actúa basándose en un código que él considera muy superior a las
estructuras legales de la sociedad.
Kay
le miraba incrédulamente.
-Pero
eso es ridículo. ¿Qué pasaría, si todos hicieran lo mismo?
Volveríamos a la época del hombre de las cavernas. ¿Es verdad lo
que acabas de decirme, Mike?”
BIBLIOGRAFÍA
Newark, T (2009).
Aliados de la mafia: La verdadera historia de los pactos secretos
con los aliados en la Segunda Guerra Mundial. Madrid: Alianza.
Puzo, M (1993). El
Padrino. Barcelona: RBA
REFERENCIAS
DE INTERNET
Consultado el
20.03.14
Consultado el
28.03.14
Magnífica aportación, Iva.
ResponderEliminarAtentamente,