martes, 25 de marzo de 2014

La rebelión de las Alpujarras.

Grupo 14.

La rebelión de las Alpujarras.

Fue un conflicto acontecido en España entre 1568 y 1571 durante el reinado de Felipe II. La abundante población morisca del reino de Granada se alzó en armas en protesta contra la Pragmática Sanción de 1567.

La Pragmática Sanción:
Fue un edicto promulgado por Felipe II el día de Año Nuevo; Pedro de Deza, el presidente de la Real Cancillería de Granada la hizo pública y comenzó a hacerla cumplir. Esto desencadenó la Guerra de las Alpujarras.
El propósito del edicto era obligar a que los moriscos dejasen su modo de vida y costumbres islámicas, que estaban muy arraigadas, para convertirse al catolicismo. Bajo la nueva ley, todos los moriscos del reino de Granada tenían la obligación de aprender castellano en un playo de tres años, cumplidos los cuales, se consideraría un crimen hablar, leer o escribir en lengua árabe; además debían abandonar sus costumbres, sus nombres árabes y sus ceremonias. Esta presión sobre la población morisca se debía al poder turco y de sus aliados norteagricanos que buscaban continuamente debilitar el poder imperial español. Había cierto temor a que la población árabe invadiese Granada. Por eso se considera un intento de asimilación final de la población árabe tras la conquista de Granada de 1492.
Hubo dos guerras, la primera no fue de gran impacto; afectó al antiguo territorio del Reino de Granada. Se desarrolló entre los años 1499 y 1501.  debido a un conflicto entre los cristianos y los mudéjares (estos eran musulmanes dentro de territorio cristiano). Al final de la guerra, los Reyes Católicos ofrecieron a los mudéjares dos opciones:
-O se marchaban de España o se convertían al cristianismo.
Los moriscos son estos mudéjares conversos o los descendientes de ellos.
La segunda guerra, la más importante y la que se reconoce como la guerra de los moriscos. La víspera de Navidad de 1568 hay un levantamiento de los moriscos en las Alpujarras, Granadina y Almeriense. Los moriscos de Alpujarra convocan a los moriscos de Granada para unirse a ellos. Resisten entonces mediante guerrillas al acoso de las tropas cristianas hasta que la presencia de Don Juan de Austria, hermanastro del Emperador les obliga a rendirse en 1570.
Tras una serie de conflictos, terminan por rendirse los moriscos, lo que produce un decreto de expulsión. Entre 1609 y 1614, los moriscos son expulsados definitivamente de España hacia el Norte de África, aunque muchos se escondieron y se camuflaron entre los cristianos. Se calcula que quedaron entre la población del reino de Granada unos diez o quince mil moriscos.

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