La educación
en los siglos XV y XVI
Tras
mencionar en clase la fuerte influencia de la Iglesia Católica en la
educación, decidí profundizar cómo era esta a principios de la
Edad Moderna. A continuación podéis leer un pequeño resumen de mi
búsqueda.
La
educación se encontraba en las manos de la Iglesia porque la
sociedad, en general era analfabeta y era el clero quien era
guardián y transmisor de la cultura, siendo estos los que impartían
las clases. Normalmente estas clases suponían un gran esfuerzo por
parte del alumnado y requerían el uso de la memoria para retener los
datos que proporcionaba el profesor.
Durante
estos siglos surge un movimiento filosófico y cultural: el
Humanismo, que tuvo gran influencia en los métodos de enseñanza y
en la educación. Gracias a su desarrollo, las civilizaciones
clásicas volvieron a tener un papel relevante en la enseñanza. En
las clases se daban a conocer las ideas principales de los filósofos
clásicos, se destacaban sus ideas religiosas y morales, enfatizando
que sus obras y logros eran el fruto de la revelación divina. De
igual modo, creció la importancia del latín clásico. El que se
enseñaba en los colegios se basaba en tres aspectos: lectura,
escritura y conversación. El método de enseñanza de la escritura
latín se modernizó, ya que se intentaba enseñar al alumnado a
escribir y leer con la ayuda de tablillas de diversos colores, en los
cuales estaban escritas algunas letras que podían formar palabras.
Otra materia que se consideraba imprescindible en la enseñanza era
la retórica la cual era complementada con el estudio de la
aritmética, la música, la geometría y la astrología.
La
reforma de Martín Lutero, que tuvo lugar en el siglo XVI, afectó
indudablemente a la educación. Lutero criticó duramente la no
obligatoriedad de la educación y el sistema educativo imperante.
Para mejorar dicha estructura y metodología, recomendaba que la
educación fuera obligatoria, que los alumnos estudiaran lenguas
clásicas e historia y que la religión fuera la base de todo
estudio. En cuanto al papel de los maestros, subrayó que el profesor
debía tener unas determinadas cualidades para poder enseñar, siendo
vitales conocer el alma y carácter de sus alumnos.
Según
las fuentes consultadas, los centros educativos solían convertirse
en lugares hostiles para el alumno “debido a una rígida
forma de enseñanza basada en una disciplina extremadamente dura”1.
Una de las causas que provocaba esta situación fue la falta de
preparación pedagógica por parte de los sacerdotes. Sin embargo,
los jesuitas introdujeron importantes reformas en el sector
educativo, siendo pioneros en la fundación de escuelas con personal
docente cualificado. El programa de estas nuevas escuelas incluía el
estudio de latín, griego, religión e historia de la religión. En
sus clases fomentaban la rivalidad entre los alumnos y su emulación.
En
conclusión, la educación del siglo XV y XVI era muy diferente de la
actual. La memoria jugaba un papel fundamental, los alumnos no tenían
que entender la materia que se impartía en clase, sino simplemente
memorizar. La dureza de la disciplina, la gran influencia de la
religión y la falta de la preparación pedagógica por parte de los
maestros son otros de los factores que caracterizan esta época.
1 Tu
portal educativo, Siglo XV y XVI.
Recuperado de
http://tuportaleducativo.jimdo.com/la-educaci%C3%B3n/historia-de-la-educaci%C3%B3n/siglo-xv-y-xvi/
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