Los Balcanes son más conocidos
por la mala gestión de la diversidad que por la convivencia de sus pueblos, aunque
ambas forman parte de su historia.
La península Balcánica es
conocida por su diversidad de religiones: el catolicismo, la ortodoxia
cristiana y el islam, y por ser una zona
problemática en cuanto a la relación de distintos grupos étnicos y pueblos de
origen eslavo, latino, griego y turco. Sin embargo, esa mezcla de
razas y creencias, ha ido configurando un modo de vida bastante homogéneo a lo
largo de la historia.
Ventajas y desventajas del pluralismo cultural
La península Balcánica ha sido víctima de procesos históricos que
entraban en desacuerdo en medio de su territorio. Cada vez que Europa y el
mundo se reorganizaba, la península Balcánica se veía afectada por el hecho de
estar situada en la zona central de Europa y servir de puente hacia Asia.
Aunque los católicos, ortodoxos y musulmanes han estado siempre enfrentados
entre sí a lo largo de la historia, en varias ocasiones estos tres grupos étnicos
se juntaron en un mismo estado formando sociedades pluriculturales del reino de
los serbios, croatas y eslovenos, y más tarde de la primera y segunda
Yugoslavia.
De Yugoslavia suele hablarse sobre dictadura y opresión, falta de
libertades y derechos. Sin embargo, los ex yugoslavos lo recuerdan como una
época de unidad, fraternidad, solidaridad, apertura mental y construcción multiétnica
de un futuro común, ya que era un país europeo abierto a Oriente y Occidente.
Como ventaja, una educación amplia y variada despierta la consciencia
sobre la relación fundamental entre la cultura y el desarrollo. Este se mide
por el nivel de apertura mental, empatía y dignidad con que se ha aprendido a
vivir. Las sociedades plurales son más creativas, inteligentes y sensibles que
las monoculturales.
Sin embargo, hubo épocas en las que este pluralismo cultural,
proporcionaba una desventaja: en tiempos de crisis mundiales, estas sociedades
se mostraban vulnerables, ya que tomaba
más importancia las diferencias sociales, nacionales y culturales que
produjeron un gran desequilibrio en esta comunidad, tanto en tiempos anteriores
a la I y II Guerra Mundial, como en los años posteriores a la caída del muro de
Berlín.
A finales del siglo XX, pueblos y naciones que habían convivido en
paz durante medio siglo, volvieron a entrar en conflicto: croatas contra serbios,
serbios contra albaneses, albaneses contra griegos, búlgaros contra macedonios,
etc. De aquellos tiempos de crisis y malos usos de la pluriculturalidad ha
quedado un vocabulario que se usa a la hora de hablar de la identidad
balcánica. Según este, el “polvorín” y la “balcanización”, consecuencias del “odio
balcánico”, son testimonio de la amenaza que representa la pluriculturalidad.
Pasado
y presente del islam balcánico
Durante
la última década del siglo XX, la sociedad del Estado Yugoslavo dio un paso
hacia atrás. Después del comunismo, se optó por la creación de estados-nación
en Europa oriental, y eso fomentó la aparición de nacionalismos, diferencias
culturales y luchas por el territorio.
Debido
a las tendencias separatistas de la política internacional, se abrió la puerta
a los abusos del pluralismo cultural y también a una transformación social y
del islam balcánico. Si comparamos el pasado y el presente, podemos ver como se
ha incrementado la radicalización del islam.
Una de
las características más llamativas de los musulmanes balcánicos es su
diversidad, tanto lingüística como nacional y étnica. El islam se expandió por
los Balcanes durante cinco siglos de gobierno otomano en el sureste de Europa.
Debido a esto, todos los estados balcánicos poseen un componente musulmán en su
población.
A
pesar de la gran importancia del Imperio Otomano en la conformación del islam
balcánico, sería un error calificar el islam balcánico de turco u otomano.
Después
de la desintegración del Imperio Otomano, los musulmanes balcánicos estuvieron
abiertos a las influencias del mundo árabe. Sin embargo, durante el comunismo
(1945-1990) estaban aislados, excepto los musulmanes yugoslavos que tuvieron
vínculos con los centros islamistas.
Hoy en
día la radicalización de los musulmanes en Europa es uno de los mayores
problemas tanto de la Unión Europea como de los Balcanes ya que se formaron
partidos políticos representando poblaciones musulmanas y esto produjo la “nacionalización”
del islam.
La radicalización
del islam a nivel global podría tratarse de la respuesta de unos segmentos
específicos del mundo musulmán a los desafíos de la modernización y a la separación
entre Estado y religión.
Aunque pueda parecer que los acontecimientos de la descomposición de
Yugoslavia hayan borrado los vestigios de memoria del común pasado pluricultural,
la vida cotidiana muestra lo contrario. A pesar del aumento de posturas
separatistas, nacionalistas y radicales, hoy en día está en auge la denominada yugonostalgia,
es decir, el sentimiento afectivo a todos los aspectos positivos de la antigua
Yugoslavia.
Entrada muy interesante en relación a los muchos modos que tenemos de percibir el pasado.
ResponderEliminarAtentamente,