martes, 15 de abril de 2014

El triste destino de Baltasar Carlos de Austria

Como todos sabemos, los Austrias practicaban la endogamia, es decir, se casaban entre ellos, en la mayoría de los casos, entre primos, tíos y sobrinos para mantener “la pureza de sangre”. Este hecho, según estudios genéticos actuales, supuso su fin con la muerte de Carlos II el hechizado, que recibió dicho apodo por tener malformaciones y múltiples enfermedades causadas precisamente por la practica de la endogamia durante generaciones.

Baltasar Carlos con cinco años a caballo de Diego Velazquez.
Toda regla o tradición tiene excepciones y, una de ellas fue precisamente un hermano de Carlos II.
Baltasar Carlos de Austria (1629-1646) fue hijo de Felipe IV e Isabel de Fracia, quien no era familiar de Felipe y, por tanto, sus hijos no tenían malformaciones genéticas características de los Austrias. Sin embargo, eso no lo libró de un triste destino.
Era evidente que, Felipe IV veía a Baltasar Carlos de Austria como su sucesor ya que, a los dieciséis años de edad, Baltasar Carlos no solo era el heredero universal de todos los reinos, estados y señorios de la Monarquía Hispánica, sino también Principe de Asturias, príncipe de Gerona, duque de Montblanc, conde de Cervera, señor de Balaguer y Príncipe de Viana. Ademas, también influyo el hecho de que, de lo ocho hijos que Felipe tuvo con Isabel solo llegaron a la adolescencia Baltasar Carlos y Maria Teresa, la cual después será reina de Francia.
Retrato de Baltasar Carlos con dieciseis años 


Desafrotunadamente, Baltasar Carlos cayó enfermo el 6 de octubre de 1646 y murió tres días después de viruelas, dejando así, a la Monarquía Hispánica sin heredero y a su padre Felipe IV sumido en una profunda depresión.

La muerte de Baltasar Carlos obligo a Felipe IV a casarse de nuevo ya que, su mujer Isabel había muerto dos años antes. La elegida para esposa sería la prometida de su ya fallecido hijo y a la vez sus sobrina Mariana de Austria que será la madre del futuro rey Carlos II.

Para concluir, me gustaría decir que, sin duda alguna, de haber sobrevivido este personaje, la historia seria completamente diferente. Seguramente, el reinado de los Austrias no habría finalizado y seguiría hasta nuestros días y, por tanto, no habría Guerra de Sucesión entre otros acontecimientos.

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