martes, 29 de abril de 2014

La Revolución Industrial en España



Como ya vimos, la revolución industrial no fue en si una revolución de la noche a la mañana sino que fue un proceso lento que se fue dando poco a poco por toda Europa.
En Gran Bretaña el proceso de industrialización se da desde el final del siglo XVIII. En España esta transformación socioeconómica se produce de una manera lenta e incompleta. A finales del siglo XIX encontramos una España con base agraria, un escaso comercio interior y un desarrollo industrial limitado a unas pocas regiones.

A España llegó de manera tardía por diversas causas. Entre ellas:

1.       Atraso en la agricultura: no se da la revolución agrícola

La agricultura era un factor fundamental para la revolución industrial. Eran necesarias unas transformaciones agrarias sin las cuales no se podía acceder a una economía capitalista desarrollada.
El aumento de la producción y la productividad agraria producirían excedentes lo que permitiría alimentar a la población. Este aumento provocaría que la mano de obra se fuese desplazando poco a poco desde la agricultura al sector industrial.

El atraso agrícola en España se debió principalmente a que las novedades en los cultivos como la rotación de campos, los abonos químicos y la maquinaria (entre otros) tuvieron una introducción lenta en los campos porque los campesinos no poseían el capital necesario para iniciar una revolución  en sus terrenos. Además, la revolución industrial tenia que ir de la mano de una revolución agraria, y ésta a su vez de una revolución demográfica y asi se produciría un trasvase de población del campo a la industria, yendo ambos “a la par”. Pero, en lugar de esto, se produjo una despoblación de los campos que desfavoreció a los pocos que quedaron en el mundo rural.

2.       Economía arruinada por la guerra contra napoleón

3.       No se produce aumento de la población

Como ya he mencionado, era necesaria una revolución demográfica. La población aumentó, pero no lo suficiente, simplemente se “recuperó” demográficamente.

4.       No se dan las ideas liberales: en España absolutismo de Fernando VII

El liberalismo y el nacionalismo eran las ideologías que guiaban las transformaciones sociales, políticas, económicas y culturales a lo largo del siglo XIX, desde la caída del Antiguo Regimen hasta el triunfo de la industrialización y el capitalismo.
En España reina Fernando VII desde 1814, después de una dura Guerra de Independencia.
Fernando VII restablece el sistema del antiguo régimen.

5.       No existe una red de transportes suficiente y planificada


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