Como ya vimos, la revolución industrial no fue en si una
revolución de la noche a la mañana sino que fue un proceso lento que se fue
dando poco a poco por toda Europa.
En Gran Bretaña el proceso de industrialización se da
desde el final del siglo XVIII. En España esta transformación socioeconómica se
produce de una manera lenta e incompleta. A finales del siglo XIX encontramos
una España con base agraria, un escaso comercio interior y un desarrollo
industrial limitado a unas pocas regiones.
A España llegó de manera tardía por diversas causas.
Entre ellas:
1.
Atraso en la agricultura: no se da la revolución
agrícola
La agricultura era un factor fundamental para la revolución
industrial. Eran necesarias unas transformaciones agrarias sin las cuales no se
podía acceder a una economía capitalista desarrollada.
El aumento de la producción y la productividad agraria producirían
excedentes lo que permitiría alimentar a la población. Este aumento provocaría que
la mano de obra se fuese desplazando poco a poco desde la agricultura al sector
industrial.
El atraso agrícola en España se debió principalmente a
que las novedades en los cultivos como la rotación de campos, los abonos químicos
y la maquinaria (entre otros) tuvieron una introducción lenta en los campos
porque los campesinos no poseían el capital necesario para iniciar una revolución
en sus terrenos. Además, la revolución industrial
tenia que ir de la mano de una revolución agraria, y ésta a su vez de una revolución
demográfica y asi se produciría un trasvase de población del campo a la
industria, yendo ambos “a la par”. Pero, en lugar de esto, se produjo una despoblación
de los campos que desfavoreció a los pocos que quedaron en el mundo rural.
2.
Economía arruinada por la guerra contra napoleón
3.
No se produce aumento de la población
Como ya he mencionado, era necesaria una revolución demográfica.
La población aumentó, pero no lo suficiente, simplemente se “recuperó” demográficamente.
4.
No se dan las ideas liberales: en España
absolutismo de Fernando VII
El liberalismo y el nacionalismo eran las ideologías que
guiaban las transformaciones sociales, políticas, económicas y culturales a lo
largo del siglo XIX, desde la caída del Antiguo Regimen hasta el triunfo de la industrialización
y el capitalismo.
En España reina Fernando VII desde 1814, después de una
dura Guerra de Independencia.
Fernando VII restablece el sistema del antiguo régimen.
5.
No existe una red de transportes suficiente y
planificada
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