Sólo cinco años después de la Guerra Civil española, España y otros países
europeos se enfrenten en la segunda guerra mundial. España no estaba en condiciones económicas para
entrar la guerra, y a causa del estado frágil, Francisco Franco tuvo que ser
muy vigilante en cuanto a sus relaciones internacionales para proteger la
nación durante y después de la guerra. Las
características personales, el nacionalismo extremo de Franco, y sus vínculos
con Hitler y Mussolini deben considerarse
para entender su estrategia durante la guerra y la posguerra.
Franco poseía principios muy duros
que tratan con el tradicionalismo que incluyen la defensa, la religión y la
patria. Su nacionalismo puede ser
descrito por su educación, pero más importante por su extensa carrera militar.
Al principal de la Guerra Civil española, Franco fue elegido como el
generalísimo del ejército y jefe del Estado, con máxima autoridad; es decir, él tuvo la capacidad de determinar la vida
política y religiosa, las cuáles fueron sus prioridades para el nuevo estado. Después de la Guerra Civil española, Franco
intentó unificar España con la unificación de los falangistas y carlistas en un
partido único; y tuvo el deseo de volver a la religión del Estado católico. Esto
fue demostrado por su afinidad con pensadores de ese tiempo, incluido Víctor
Pradera, quien había escrito el libro, El
Estado Nuevo que fijaba que la nación no puede existir sin la tradición, y
que el destino de España prosperaría con la vuelta al pasado. Franco estaba de
acuerdo que él escribió el prólogo, vinculado el catolicismo con la patria.
Después de la guerra Civil, la
realidad de España se caracterizado por el entierro, destierro y encierro.
Además, después de la Guerra Civil española, España estaba en deuda con Alemania, mientras faltaban armas, transporte, y una
fuerza económica; el estado se caracterizó por la carencia y temiendo participar
en la guerra. Por dichas razones, Franco
decidió mantenerse neutral. Eso no es decir que Franco no tuviera simpatía por
Alemania; al contrario, Franco estaba alineado diplomáticamente, económicamente
y en régimen político con las Potencias del Eje, por tanto tenía buenas relaciones con Alemania
y Italia durante tiempo que mantuvo la neutralidad.
Después del Bombardeo de Guernica |
Para proteger el estado de España,
Franco era muy estratégico en sus decisiones durante la guerra. Él tendría que
mantener la supuesta postura de no beligerancia en caso de posible recuperación
de los Aliados, si las Potencias del Eje fracasen; pero no obstante Franco
tendría que tener buenas relaciones con Alemania. Con una buena estrategia,
Franco decidió permitir algunos voluntarios españoles a luchar en la División
Azul con el requisito de que ellos sólo pudieran luchar en el frente oriental,
contra el comunismo. De esta manera, Franco pudo apartarse de una guerra contra los Estados Unidos e Inglaterra pero también
agradando a Alemania.
Con el fin de la Guerra, Franco tuvo
que defenderse cuando fue puesto en entredicho. Franco realizó muchas acciones
con el intento de tener buenas relaciones con los Aliados, que incluye trabajos
escritos que negaban su relación con el fascismo o el nazismo. Sin embargo, sus
intentos no tuvieron éxito, y los
líderes, en la Conferencia de Potsdam, concluyeron que España había sido un
país amigo de las Potencias del Eje y no fue admitida en las Naciones Unidas a causa de sus orígenes, carácter y asociación estrecha.
Al final, España se enfrentó el aislamiento internacional hasta la Guerra
Fría, en este sentimiento anticomunista
de Franco benefició el estado; es decir, justificó la concordancia con los Estados
Unidos. España fue aceptada en la ONU en 1955, con Franco gobernó hasta 1975.
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