viernes, 25 de abril de 2014

La estrategia de Franco durante la Segunda Guerra Mundial


Sólo cinco años después de la Guerra Civil española, España y otros países europeos se enfrenten en la segunda guerra mundial. España  no estaba en condiciones económicas para entrar la guerra, y a causa del estado frágil, Francisco Franco tuvo que ser muy vigilante en cuanto a sus relaciones internacionales para proteger la nación durante y después de la guerra.  Las características personales, el nacionalismo extremo de Franco, y sus vínculos con Hitler y Mussolini  deben considerarse para entender su estrategia durante la guerra y la posguerra.


            Franco poseía principios muy duros que tratan con el tradicionalismo que incluyen la defensa, la religión y la patria.  Su nacionalismo puede ser descrito por su educación, pero más importante por su extensa carrera militar. Al principal de la Guerra Civil española, Franco fue elegido como el generalísimo del ejército y jefe del Estado, con máxima autoridad; es decir,  él tuvo la capacidad de determinar la vida política y religiosa, las cuáles fueron sus prioridades para el nuevo estado.  Después de la Guerra Civil española, Franco intentó unificar España con la unificación de los falangistas y carlistas en un partido único; y tuvo el deseo de volver a la religión del Estado católico. Esto fue demostrado por su afinidad con pensadores de ese tiempo, incluido Víctor Pradera, quien había escrito el libro, El Estado Nuevo que fijaba que la nación no puede existir sin la tradición, y que el destino de España prosperaría con la vuelta al pasado. Franco estaba de acuerdo que él escribió el prólogo, vinculado el catolicismo con la patria.

            Después de la guerra Civil, la realidad de España se caracterizado por el entierro, destierro y encierro. Además, después de la Guerra Civil española, España estaba en deuda con Alemania,  mientras faltaban armas, transporte, y una fuerza económica; el estado se caracterizó por la carencia y temiendo participar en la guerra.  Por dichas razones, Franco decidió mantenerse neutral. Eso no es decir que Franco no tuviera simpatía por Alemania; al contrario, Franco estaba alineado diplomáticamente, económicamente y en régimen político con las Potencias del Eje,  por tanto tenía buenas relaciones con Alemania y Italia durante tiempo que mantuvo la neutralidad.

Después del Bombardeo de Guernica
             Para proteger el estado de España, Franco era muy estratégico en sus decisiones durante la guerra. Él tendría que mantener la supuesta postura de no beligerancia en caso de posible recuperación de los Aliados, si las Potencias del Eje fracasen; pero no obstante Franco tendría que tener buenas relaciones con Alemania. Con una buena estrategia, Franco decidió permitir algunos voluntarios españoles a luchar en la División Azul con el requisito de que ellos sólo pudieran luchar en el frente oriental, contra el comunismo. De esta manera, Franco pudo apartarse  de una guerra contra  los Estados Unidos e Inglaterra pero también agradando  a Alemania. 

            Con el fin de la Guerra, Franco tuvo que defenderse cuando fue puesto en entredicho. Franco realizó muchas acciones con el intento de tener buenas relaciones con los Aliados, que incluye trabajos escritos que negaban su relación con el fascismo o el nazismo. Sin embargo, sus intentos no tuvieron éxito, y  los líderes, en la Conferencia de Potsdam, concluyeron que España había sido un país amigo de las Potencias del Eje y no fue admitida en  las Naciones Unidas a  causa de sus orígenes, carácter y asociación estrecha.

Al final, España se enfrentó el aislamiento internacional hasta la Guerra Fría, en este  sentimiento anticomunista de Franco benefició el estado; es decir,  justificó la concordancia con los Estados Unidos. España fue aceptada en la ONU en 1955, con Franco gobernó hasta 1975. 

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