lunes, 28 de abril de 2014

Impacto de la Revolución Industrial sobre la familia

El fenómeno económico llamado Revolución Industrial es una de las dos transformaciones radicales en el ámbito económico de la humanidad (la otra fue la introducción de la agricultura). La industrialización se formó a finales del siglo XVIII, en Gran Bretaña. Durante las primeras décadas del siglo XIX, se extendió como un movimiento rápido a lugares como Francia, Alemania, Bélgica y EEUU. Así, a principios del siglo XX llega fuera de occidente, remarcando a Japón. A finales del siglo XX la Revolución Industrial habrá dominado cada rincón del globo.

El proceso de la industrialización alteró las sociedades, no solo en el ámbito socio-económico, ya que como si de una cadena se tratara, mediante causa y efecto se llegó redefinir los principios en la formación de la familia y la vida en sí. Es decir, más allá de los cambios en las tradiciones, la cultura rural y los oficios, la industrialización graduó la naturaleza de la vida.
En un primer momento, la población residía en su mayoría en las ciudades, lo que llevaba a un traslado de algún miembro familiar y esto, a su vez, llevaba especializar a otro miembro de la familia en sus tareas. En muchas sociedades industrializadas la mujer se retiraba de la vida laboral al casarse para ocuparse de los quehaceres en el hogar. A pesar de esto, lo habitual era que la mujer fuera explotada en las factorías bajo un salario mínimo, largas horas de trabajo y abusos continuos. Al mismo tiempo, los niños eran utilizados para la industria primaria y al igual que la mujer estaban aplastados por unas condiciones infrahumanas a cambio de un pequeño salario.

Fuera de casa, se intensificaron las divisiones sociales. Los trabajadores presionaban a los propietarios de las fabricas con nuevas formas de protestas, en particular las huelgas y demás acciones políticas. En muchos aspectos la calidad del trabajo se deterioró por la presión que sufrían los trabajadores y el ritmo inhumano. Tras los primeros años de la industrialización, los salarios mejoraron dando oportunidad para consumir. Pero fuera de la vida laboral, volviendo al ámbito familiar, aunque las familias trabajadoras se hallaban fuertemente unidas aparecieron los efectos de trabajar enajenado y esto podía llevar a descargar las frustraciones de uno sobre el resto de la familia. La presión laboral, al principio, también acabó con el tiempo de ocio aunque después con la aparición del cine, el teatro popular y los deportes profesionalizados se retomaría.

Por: José Miguel Retamar López




1 comentario:

  1. No creo que la "revolución industrial" fuese un movimiento tan rápido como apuntas en tu entrada. Sí que se intensificaron los cambios, pero estos venían produciéndose desde hacía bastante tiempo, incluso en Gran Bretaña.
    Atentamente,

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