Grupo 12 - Calvino y el Calvinismo

El Calvinismo surgió como un sistema teológico que pone el énfasis en la autoridad de dios sobre todas las cosas y siendo una corriente en oposición a la Iglesia de Roma. Juan Calvino que debido a su gran influencia dio su nombre a este movimiento, nació en Noyon en 1509. Estudió en grandes instituciones académicas, que gracias a los círculos erasmistas y a los profesores seguidores del luteranismo influyeron en él a la hora de dar forma para organizar su iglesia. Calvino perseguido por la iglesia fue acogido en la ciudad de Basilea donde redactó por primera vez su institución cristiana, la cual con un formato muy pequeño fue divulgada rápidamente por toda Europa.

En 1541 viajó a Ginebra reclamado por su creciente prestigio, allí hasta la llegada de su muerte sentaría las bases de su nueva iglesia. Seguir las ideas del calvinismo se entendía como la mejor forma de asegurarte la salvación después de muerte, de la raíz del luteranismo en la ciudad concebida por Calvino Dios es señor indiscutible al que todo cristiano debe rendir vasallaje. Se desterró el analfabetismo uniendo escuelas y colegios convirtiéndolo en “Academias” donde los diáconos y pastores se encargaban de organizar a la vez de dar asistencia social a pobres. Se estableció un duro control sobre la población semejante a la inquisición, que pretendía velar por la ortodoxia, por la moral y por las conductas; todo lo que no apareciese en las sagradas escrituras debía prohibirse, este control lo mantenía el Consistorio, el cual recibió numerosas quejas por que la población ya no podían divertirse como antes, estas quejas fueron duramente perseguidas.

Este sistema a pesar de que parecía solo funcionar en la ciudad de Ginebra, se desplegó por varias ciudades de Europa desbancando incluso al luteranismo gracias a la transmisión escrita que no se hubiese podido hacer sin la imprenta. Pero lo que más influyó para la extensión por Europa fue la debilidad del clero, las monarquías absolutas y los pocos letrados que existían. A pesar de esto en algunos lugares estas prácticas se tuvieron que dar de manera clandestina como por ejemplo en Francia. La situación alejada del vaticano, el clero iletrado, la corrupción y la pobreza en el pueblo hizo del calvinismo un movimiento muy fuerte que se arraigo fácilmente en Europa.