La semana pasada en nuestro grupo de historia, nuestros
compañeros han hablado sobre la monarquía hispánica durante los siglos XVI y
XVII. A continuación presento una pequeña síntesis de las exposiciones de los
grupos 1 hasta el grupo 6.
El grupo 1 comenzó hablando sobre la monarquía y el poder
real. Ya que el grupo 2 se ocupaba más o menos del mismo tema voy a resumir la
información de los dos grupos y mencionar los puntos más importantes de la
monarquía hispánica bajo la administración de los Austrias:
Básicamente, la
monarquía se basaba en principios de cristianismo y en ordenamientos
románico-canónicos, por lo cual se podía hablar de un gobierno sometido a la
religión. La monarquía española estaba constituida por la unión de dos Coronas
peninsulares. La Corona de Castilla y la Corona de Aragón. El sistema de
gobierno en la Monarquía española no era el mismo en todos los territorios.
Había ciertas diferencias en cuanto al poder legislativo, ejecutivo y judicial
y quién lo ejercía. En Castilla el monarca gozaba de mayor poder, en cambio en
Aragón, de cierta manera, se respetaba la identidad jurídica que cada reino tenía
y la potestad legislativa debía de ser ejercida con la conformidad del Reino en
las Cortes. El gobierno de la Monarquía española pues, fue construido sobre un
principio de diarquía. En cuanto al
Rey y la Corte, había todo tipo de sedes con ministros, consejeros, también
estaba el Confesor real, el Inquisidor real y más oficiales de la
administración. A parte de esto, la Corte también acercó a importantes familias
nobles, al igual que a personas que querían ganarse un cierto prestigio pero
consigo también atrajo a aquellos que preferían ganarse la vida con la
mendicidad.
El
poder del Rey era hereditario y recibía el poder de Dios, es decir le representaba
en la tierra. Por lo que se refiere al poder legislativo y el poder del
gobierno, el Rey autorizaba a sus gobernadores, corregidores, virreyes y
validos a ejercer este tipo de tareas. En cuanto a la organización
político-administrativa, existía el realengo, en el cual las propiedades
dependían directamente del rey y también existía el señorío, en el cual un
particular era el que tenía el poder sobre algo junto con sus vasallos.
El
Reino contaba con secretarios y consejos para su gobierno y administración. En
las juntas se resolvían problemas concretos o asuntos a discutir. Para mantener
el equilibrio y la unión en la Monarquía, las funciones del monarca fueron
repartidas entre instituciones personales (secretarios, corregidores,
consejeros) o colectivas (audiencias, consejeros, juntas).
Pasando
al grupo 3, este habló del Cardenal Cisneros. Aquí un breve resumen sobre
Francisco Jiménez de Cisneros, que es su nombre completo: este hombre vivió
entre los siglos XV y XVI. A parte de ser regente y tercer inquisidor general
de Castilla, también fue cardenal, arzobispo de Toledo y primado de España. Fue
confesor de Isabel la Católica y al morir la reina Isabel la Católica presidió el
Consejo de Regencia, a pesar de ciertos conflictos con la hija de Isabel, Juana I de Castilla.
El
grupo 4 se encargó de hablarnos sobre las guerras de las comunidades de
Castilla. Fue un levantamiento que tuvo lugar, como dice el nombre, en la Corona de Castilla. Esta aguantó los levantamientos durante
el siglo XVI entre los años 1520 y 1522. Esta se encontraba en ese momento, ya
desde la muerte de Isabel la Católica, en una profunda situación de
inestabilidad. Por encima de esto, la autoproclamación del rey Carlos I con el
poder sobre sus posesiones hispánicas, que trajo consigo su propio consejo en
la Corte, provocó un gran descontento entre la nobleza y demás personas que se
encontraban entre aquellos que destacaban en la Corte, ya que temían una pérdida de fuerza y
poderío al ser destituidos. Este descontento se transmitió a las clases populares
en las cuales se provocaron revueltas que representaban este descontento social
y la posición antiseñorial de aquel momento. Al final, mediante la represión
del poder, en 1521 las tropas imperiales pudieron acabar con los últimos
comuneros que eran responsables de las revueltas. En Toledo permaneció el
espíritu luchador hasta que en 1522 se rindieron.
A
raíz de esto, el grupo 5 nos habló de las Germanías de Valencia, que fue un
enfrentamiento armado que se originó en los reinos de Mallorca y Valencia a principios
también del reinado de Carlos I. Fue causado por el descontento social por
parte del pueblo, que estaba en contra de la nobleza. En 1519 Valencia sufrió
un ataque de peste, durante el cual la nobleza abandonó la ciudad. Aquí el pueblo
decidió tomar las riendas y pusieron al poder a 13 representantes, uno de cada
gremio de la ciudad. Intentaron implantar la prohibición del trabajo libre y
con esto empezaron los ataques a las huertas de las personas y contra otros
trabajos que desempeñaba el pueblo para el señorío. Por encima de esto también
forzaron a los musulmanes a convertirse al cristianismo. Al final, estas
germanías, que eran las tropas que organizaban los levantamientos y las luchas
desordenadas, fueron derrotadas por la milicia que mandó el virrey de Valencia
para acabar con estas revueltas. Las consecuencias fueron multas para aquellos
que lideraron los levantamientos, y además de esto víctimas y muertos.
Por
último, el grupo 6 habló de la Universitas Christiana. Este fue el nombre que
denominaba la propuesta de Carlos V para su política imperial, en la cual
pretendía la unión religiosa del cristianismo en Europa. Además impuso que
todos los católicos bajo su régimen lucharan contra las amenazas de
protestantes y el Imperio Turco. Se hizo con posesiones en Italia, Francia,
entre otras regiones, y el Norte de Europa fue una de sus conquistas más
importantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario