Después de la
muerte de Enrique, Isabel se fue a Sevilla para resolver algunos asuntos
políticos. Y allí, encontró al fray Alonso de Hojeda que le dice que en Sevilla
y en la Andalucía cristiana numerosos judíos conversos y sus descendientes
habían vuelto a la fe judía, lo que era considerado como una amenaza. Entonces,
Isabel y Fernando decidieron introducir la inquisición.
El arzobispo
de Sevilla publico una carta pastoral cuyo propósito era ayudar a los conversos
a conocer mejor la fe cristiana y apartarlos así del judaísmo.
El objetivo oficial de los inquisidores
había sido siempre restaurar la unidad cristiana haciendo que las almas
errantes volvieron a la iglesia. El pecador tenia que confesar sus pecados a un
sacerdote que le imponía una penitencia por lo pasado y le daba consejos.
Los representantes de la iglesia se
extendían, sobre el peligro mortal que amenazaba a todos los que eran culpables
de los errores de creencias. Se daba a los habitantes un periodo de 30 a 40 días
durante los cuales los individuos debían presentarse o confesar lo que tuvieron
en la consciencia. En principio, los que se presentaban durante dicho intervalo
y hacían una confesión plenamente “reconciliados” y reintegrados a la iglesia,
no sufrían de castigos económicos y personales. Pero la detención por sospecha
eran inmediatas. Los bienes muebles e inmuebles eran confiscados y ni siquiera
a los que finalmente eran liberados, considerados como inocentes los
recuperaban por completo.
Ejemplos de los horrores de la inquisición. |
El
interrogatorio era horrible. Utilizaban la tortura para hacer hablar a los
acusados. Una vez reunidos todos los testimonios a favor y en contra, los
inquisidores decidían sobre su culpabilidad o inocencia.
Hubo 3 tipos de acusados :
-
Unos considerados como arrepentidos
y eran reconocidos por la iglesia pero era la ruina definitiva.
-
Los que eran reconocidos de
delitos menores eran sometidos a nuevas humillaciones en publico.
-
Y los últimos, considerados
culpables de herejía, entonces se quemaban. Los que se arrepentían en estos
momentos eran estrangulados y atados al poste antes de encender la hoguera.
La hoguera. |
Y el 31 de marzo de 1492, hubo la expulsión
definitiva de los judíos de toda Castilla y Aragón.
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