No hace falta llegar a la era staliniana para criticar a la URSS; y mucho menos para criticar al propio Lenin y el pensamiento y práctica que de él deriva. Y no me refiero a una crítica desde una posición liberal, sino de una crítica desde una posición claramente marxista: la revolución de Octubre acabó con la consolidación de un Estado que, autodenominándose socialista y popular, prohíbe cualquier diversidad ideológica dentro de la clase obrera, elimina la posibilidad de crítica al sistema, controla la economía en pro de favorecer las cuentas del Estado y sin tener en cuenta las necesidades de los trabajadores, y su implicación real en la producción y en la distribución (siguen siendo meras máquinas que producen lo que le mandan desde arriba). El proletariado sigue siendo explotado, esclavo de su fuerza de trabajo, la cual deben vender al Estado si no quieren acabar en un tierno gulag. Los comunistas de izquierda vieron demasiado bien cómo la consigna internacionalista que los comunistas pregonaban desde Marx, se cambia hacia la de "autodeterminación nacional"... De cómo ahora el nacionalismo, la defensa de la patria frente al (otro) gran imperialismo es tarea del proletariado. De cómo la lucha por la revolución mundial acaba en la defensa de un macro-Estado que, articulado en torno a la policía secreta, se asegura de que todo funcione correctamente... De cómo, en lugar de haber burgueses y proletarios, hay dirigentes y cargos altos del partido y fábricas, y trabajadores que se venden a estos otros.
La postura tradicional de la Izquierda Comunista se puede resumir en los siguientes puntos:
-El rechazo a cualquier forma de nacionalismo, así como a la autodeterminación nacional.
-La consideración de los estados socialistas como Capitalismo de Estado, puesto que siguen habiendo proletarios que deben vender su fuerza de trabajo, y que además, existe plusvalía; en lugar de haber empresas que compiten entre sí y explotan a los trabajadores, hay un férreo estado, una empresa principal, que acapara y decide todo (y que, además, anuncia a los pobres esclavos que están en el maravilloso paraíso socialista por el que lucharon años atrás).
-Anti-parlamentarismo; rechazo a participar en los parlamentos burgueses.
-Rechazo a la guerra de liberación nacional.
-Rechazo a la táctica trotskista del entrismo (infiltrarse en sindicatos reformistas para ejercer influencia revolucionaria).
Dentro de la Izquierda comunista tenemos varias tendencias:
-La izquierda comunista germano-holandesa.
El papel de Anton Pannekoek.
·Pannekoek fue astrónomo. Pero sin duda alguna, destacó por su brillantez en el ámbito de la teoría política y en el desarrollo del consejismo. El consejismo es una corriente dentro de la Izquierda Comunista germano-holandesa. Su diferencia con el leninismo radica en la defensa de la autonomía proletaria frente al "partido de vanguardia". Ellos rechazan el papel de dicho partido, y confieren todo el poder a los órganos básicos de organización proletaria: los consejos obreros, los cuales surgen de forma espontánea en los inicios de todas las revoluciones. En los consejos, los trabajadores, elevan exponencialmente su conciencia de clase puesto que participan en la vida política de forma continua. Los trabajadores de cada consejo elegían a un representante, revocable siempre, para instancias superiores de coordinación. Por tanto, se oponían al dirigismo excesivo de la cúpula de los partidos, así como el culto al líder que de ellos emanaba.
Anton Pannekoek |
-La izquierda comunista italiana, o bordiguismo. Bordiga lideró una fracción en la Tercera Internacional que más tarde terminaría independizándose. Fue el primer secretario del Partido Comunista de Italia, y 15 años más tarde de ser expulsado de dicho partido, fundó el Partido Comunista Internacionalista, el cual acabaría dividido en más fracciones y sigue existiendo en la actualidad.
Amadeo Bordiga |
Otras organizaciones de esta tradición son la Corriente Comunista Internacional, los Comunistas de Conselhos de Galicia, y el Buró Internacional para el Partido Revolucionario.
Uno de los folletos del PCI en su mesa informativa de Tirso de Molina, en este caso, sobre otra organización de la misma tradición, la CCI. |
Entre ellas tenían diferencias, pero aún así, su esencia de crítica constante a la URSS y al propio leninismo coinciden en aspectos principalmente económicos. Son cuestiones tácticas las que ya pueden diferenciar a las distintas tendencias.
Para entender bien a esta tradición y relacionarla con la actualidad, pongamos los siguientes ejemplos.
Para esta tradición...:
-No le corresponde al proletariado apoyar y defender cualquier estado que se autodenomine popular, socialista y revolucionario (Cuba, Corea del Norte, Venezuela...), por el simple hecho de que son Estados que no han acabado con el modo de producción capitalista.
-La participación en las elecciones no sirven de nada y, además, supone legitimar el orden existente.
-Actualmente, algunas de estas corrientes incluso rechazan la participación en las Huelgas y manifestaciones por considerarlas métodos pequeñoburgueses de lucha, ya que, aunque luchan por mejoras inmediatas en la vida del proletariado que son necesarias, no cuestionan la esencia del sistema: el modo de producción capitalista. Ante una huelga de estudiantes donde se piden la gratuidad de la universidad bajo el eslogan "¡somos el futuro!, la educación no es un gasto, sino una inversión", por ejemplo, un comunista de izquierda actual te respondería: "No queremos educación pública, ni privada. Defender la educación pública es defender al estado, y por tanto, al capitalismo. Afirmar que es importante "invertir en educación" supone afirmar nuestra futura condición de esclavos, de asalariados, etc...". Los movimientos sociales actuales, tales como las Mareas (Verde, Blanca, etc...), la PAH, etc... son movimiento pequeñoburgueses que buscan mejoras inmediatas y que defienden el Estado del Bienestar, y por tanto, al capitalismo.
-Las luchas parciales, sobre cuestiones como feminismo, derechos de homosexuales, derechos de los animales, ecologismo, etc... son movimientos pequeñoburgueses que no cuestionan en ningún momento el capitalismo, y aunque lo hagan, como el feminismo radical, el movimiento queer o el ecologismo radical, no dejan de ser luchas parciales que buscan mejoras dentro del orden existente.
En definitiva, esta tradición, pese a hacer una crítica sólida a los Estados socialistas y a las formas de organización leninista, se autodenomina ser más puramente marxista que todas las demás corrientes que se han hecho eco de hacer la praxis de aquella teoría política cuyo fin era el final de la explotación del hombre por el hombre.
« Los trabajadores no deben limitarse a actuar; es preciso que imaginen, reflexionen y decidan todo por sí mismos ». Anton Pannekoek
Fuentes:
-http://www.sinistra.net/lib/upt/elpros/nusa/nusaolaces.html
-http://www.leftcom.org/es/about-us
-http://es.internationalism.org/
-"Crítica del Bolchevismo", Pannekoek, Korsch, y Mattick. Editorial Anagrama, Debates
Si bien es una entrada muy posicionada desde un punto de vista ideológico, me parece muy interesante su enfoque y las fuentes utilizadas.
ResponderEliminarAtentamente,