LAS REFORMAS RADICALES
Debido a la inestable situación de los estados
alemanes y a las ideas reformistas, surgieron una serie de reformas que
podríamos denominar radicales y que serían perseguidas por unos y por otros.
Una de estas reformas es la llamada Guerra de los
Caballeros. Una de las causas de esta guerra fue el empobrecimiento de la baja
nobleza ciudadana, que tomaba ideas de Lutero como el antipapismo, el
nacionalismo germano o el anticlericalismo. Pero sin duda la figura más
importante fue Hutten, que propició la guerra con ideas como la del Emperador
como encargado de las reformas en el Imperio o la lucha contra los príncipes
eclesiátiasticos, a quienes consideraba enemigos naturales de los caballeros y
de la burguesía. Impulsado por esta última, Sickingen inició una guerra contra
el arzobispado de Treveris. Sin embargo, los atacantes fueron derrotados y el
ejército perseguido.
Entre 1524 y 1525 tuvo lugar la Revolución o Guerra
de los Campesinos que consistió en una serie de revueltas por gran parte del
Imperio. Los campesinos, burgueses y otros grupos urbanos se apoyaron en
ideólogos como Bordenstein, Gaismair o Muntzer. Este último es de gran
importancia ya que es quien establece el oficio en lengua alemana, adapta los
salmos al pueblo… Muntzer consideraba a Lutero adulador de príncipes y fue uno
de los principales impulsores de la guerra.
Lotzer y Hipler publicaron los Doce Artículos donde se recogían las reivindicaciones de los
campesinos (supresión de diezmo e impuestos, la libre utilización de bosques y
ríos para la caza y la pesca, la libertad religiosa a fin de acabar con la
opresión eclesiástica y señorial, etc.).
Todas estas ideas fueron las que respaldaron una
serie de movimientos subversivos y violentos que Lutero trató de impedir. Sin
embargo, sus intentos no obtuvieron resultado y poco después publicó un
manifiesto en el que instaba a los príncipes a perseguir a los revolucionarios
y a acabar con las revueltas. El fin de la guerra dejó un gran número de
campesinos muertos y la decapitación de Muntzer.
Por último, surgió en el imperio el Anabaptismo. Este
no estaba relacionado con Lutero, sino que era un movimiento colateral al
mismo. Podemos decir que tuvo sus orígenes en Suiza y en el zwuinglianismo y abogaba por una sociedad
sin Iglesia, ni Estado, ni jerarquía, ni sacramentos, ni instituciones, ni
propiedad privada, es decir, la vuelta a una comunidad primitiva ideal. Este
movimiento, a pesar de estar muy extendido, tuvo su máxima expresión en la
cuidad de Münster. Esta, llamada ahora “Nueva Sión” por Leyden que seguía una
dictadura de carácter teocrático. En esta sociedad no existía la propiedad
privada, se erradicó el dinero, se aceptaba la poligamia y la vida cotidiana
era muy controlada. Ellos mismos se consideraban la “nueva Jerusalén” y
reprimían duramente a aquellos que no simpatizasen con su ideología o que no se
integrase.
En respuesta, el obispo de Münster junto con la
tropas imperiales atacó la cuidad y la recuperó e inició una dura represión
contra los derrotados. Como última putualización es necesario decir que el
anabaptismo se perpetúa en el tiempo, pero de manera más pacífica y mucho menos
radical.
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