La Rusia de los Zares

La Rusia de los Zares

A principios del siglo XX, el imperio ruso estaba gobernado por el zar Nicolás II de la familia Romanov.  Los zares dominaban un extenso territorio con una población de cien millones de habitantes que presentaba una extraordinaria disparidad de etnias, lenguas y religiones.

El zar tenía poder absoluto que provenía de Dios por lo que el régimen político del imperio era una autocracia. Gobernaba directamente el imperio, no estaba sujeto a ninguna Constitución, tampoco tenía que rendir cuentas ante ningún Parlamento. Tenía un numeroso ejército y también se apoyaba en la iglesia ortodoxa.

 

 

 

Todo el imperio tenía una economía agraria en la que convivían la propiedad comunal, llamada mir, y las formas de propiedad de la tierra en manos de una poderosa nobleza y de una clase de propietarios que no tenían tanto poder, llamados los kulaks. En cuanto a los campesinos, vivían en unas condiciones muy pobres y de hecho en ciertas partes existía la servidumbre.
Era una cultura atrasada que apenas producía por lo que casi no podía alimentar al pueblo.

 

A finales del siglo XIX fue entrando poco a poco el Capitalismo en la parte occidental del imperio y empezó un proceso de industrialización en algunos lugares como San Petersburgo, Moscú, los países bálticos, Finlandia, Ucrania y el Mar Negro. Era una industria con una gran extensión que tenía sobre todo capital extranjero el cual la mayor parte era francés.
Esto apartó que hubiera puestos de trabajo y aparecieron los obreros industriales. Muchos de ellos eran antiguos campesinos que quisieron huir de la vida que tenían anteriormente y decidieron emigrar a las nuevas ciudades industriales buscando trabajo. Pero de todas formas no fue un gran cambio para ellos en cuanto a salario o condiciones ya que los salarios eran bajos y las condiciones precarias.
A finales del siglo XIX fue aumentando el número de personas que estaban en contra del zarismo y de sus estructuras dando resultado a una difusión de ideas liberales y de las nuevas doctrinas obreristas como el anarquismo y el marxismo.

En Rusia destacaba un movimiento que eran los populistas. Proclamaban la eliminación del zarismo como por ejemplo el movimiento que se llamó "La Voluntad del Pueblo".

 

Los populistas eran partidarios del anarquismo. Grandes personajes referentes a este movimiento fueron Bakunin y Kropotkin. Defendían el reparto de tierras entre los campesinos y la acción directa contra la autocracia.

Por otro lado también se crearon partidos liberales y de composición burguesa como el Partido Democrático Constitucional (KDT) y el Partido Social- Revolucionario (SR).

Gracias a los marxistas nació el Partido Social-demócrata Ruso (PSDR) que tenía como miembros a Georgi Plejánov y Vladímir Ilich Uliánov, pero sin duda su líder era Lenin.

A principios del XX el partido se dividió en dos, por un lado estaban los bolcheviques y por otro lado los mencheviques.
Fue un periodo de gran agitación tanto social como política debido a las condiciones de vida que eran bastante malas y a la corrupción de la corte.

La derrota militar en la guerra ruso-japonesa también supuso que hubiera una mayor penuria económica.

 

 

 

En 1905 hubo un movimiento revolucionario en contra del zarismo que pedían unas mejores condiciones de vida para la población. Pero fue en San Petersburgo donde la revolución tuvo más fuerza en la que se manifestaron enfrente del palacio del propio zar dando lugar al Domingo Sangriento. Era una revuelta en la que participaban todos aquellos que estaban en contra del zarismo y del clero ortodoxo.

Tras la revolución, los gobiernos del rey Nicolás II hicieron reformas económicas y políticas. Se convocó una Duma que era una asamblea legislativa de representantes de los distintos grupos políticos y también una reforma agraria que propuso el ministro Stolypin.




Laila Marín González