Miguel de Cervantes Saavedra

MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA (1547-1616)

Miguel de Cervantes Saavedra, más conocido con Miguel de Cervantes, fue el escritor español más importante del siglo XVII. Fue el autor de la obra española más famosa del mundo, << Don Quijote de la Mancha>> con la que alcanzaría el reconocimiento mundial dentro de la literatura universal, pero no solo se dedicó a la literatura, también dedicó gran parte de su vida a la milicia, ocupando numerosos puestos con la esperanza de huir de la orden de detención que pesaba sobre él tras agredir a su maestro de obras.

Nacido en Alcalá de Henares, probablemente entre el 29 de septiembre y el 9 de octubre de 1547, sexto hijo de Rodrigo de Cervantes Saavedra y Leonor de Cortinas.  Procedía de una familia con graves problemas económicos, que obligaron a Rodrigo de Cervantes a ejercer el oficio de cirujano barbero, lo que ocasionó el constante cambio de ciudad para su familia.

Pese a ello, Rodrigo sería apresado por impagos en 1552, momento en que el Miguel de Cervantes fue admitido en el colegio de los jesuitas.

En 1556 ante la, cada vez más agobiante situación económica de la familia, la madre de Miguel, Leonor, tomaría la decisión de trasladarse a Sevilla, pero poco después, la familia volvería a trasladarse, en esta ocasión a Madrid, nueva capital de Felipe II.

Diego de Urbina

Pero no sería convertido en soldado hasta 1569, tras ser condenado en Madrid por herir a su maestro de obras, Antonio de Segura. Ante el inminente arresto, Miguel de Cervantes huye a Italia, y unos meses después es convertido en soldado en la Compañía de Diego de Urbina.

Con ella participaría en la campaña contra el turco, campaña con la que el Imperio Español pretendía continuar con el dominio y hegemonía del Mediterráneo.

En esta batalla,posteriormente citada y descrita en la primera parte del Quijote, el escritor recibiría tres heridas, entre ellas la famosa amputación de la mano izquierda, con la que se ganaría, tiempo después, el apelativo de <<el manco de Lepanto>>.

Batalla de Lepanto

También entraría en batalla en Corfú, en esta ocasión junto a su hermano menor, Rodrigo, y bajo las órdenes de Juan de Austria. Este rey le proporcionaría cartas de recomendación para Felipe II, en la que certificaba su valiente actuación en la batalla de Lepanto, con la esperanza de conseguir, tal como hiciera sus padres anteriormente, una mejor posición económica.

Por ello, el 20 de septiembre de 1575, parte de Nápoles en dirección a España, pero una vez más la suerte no estaría de su parte, y la goleta en la que viajaba se extravío en una tormenta y más tarde sería abordada por tres corsarios berberiscos al mando de un albanés renegado, Arnaute Mamí.

Los cristianos fueron encarcelados tras un duro combate, en el que perdieron al capitán del navío. Cervantes salvaría la vida gracias a las cartas de recomendación y su brazo tullido impediría su marcha a las galeras.

Si bien sobrevivió gracias a las circunstancias que lo rodeaban, no logró evitar una prolongada estancia como prisionero, protagonizando hasta cuatro intentos de fuga.

Los tres primeros intentos de fuga condenarían a Cervantes a cinco meses de cautiverio, y numerosos castigos corporales, actos que no mermaron la idea de escapar de sus enemigos a la menor oportunidad.

Finalmente, tras interminables trámites legales y económicos para su rescate, realizados por Leonor, madre de Cervantes, el escritor lograría ser liberado de su posición de esclavo y prisionero el 19 de septiembre de 1580, y llevado de vuelta a España el 24 de octubre de ese mismo año.

A su llegada a Madrid, el escritor renunciaría a su vida militar y trataría de entrar en la administración de las Indias como funcionario, pero una vez más fracasaría.

En este momento iniciaría su carrera como escritor, con su primera novela, La Galatea, por la que Blas de Robles pagaría 1.336 reales. Tras este primer contacto con la gloria, Cervantes continuaría escribiendo comedias, pero sin alcanzar demasiado éxito, e iniciando una guerra con Lope de Vega.

En 1587 ingresaría en la Academia Imitatoria, primer círculo madrileño literario, y sería designado como comisario real de abastos para la Armada Invencible.

Gracias a su nuevo puesto alcanzaría una mejor posición, pero no pasó mucho tiempo antes de que ocurrieran una serie de acontecimientos que lo excomulgarían de la iglesia, y lo volverían a meter en prisión durante cinco meses.

Tras esto, la familia de Cervantes se trasladó a Valladolid, hasta que el rey Felipe III ordenó su retorno a la capital madrileña.

Mientras tanto Cervantes continuaba su ardua carrera como literato, y en el año 1605 sacaría a la luz El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, obra por excelencia del autor. Y que le valdría para ingresar en 1609 en la Cofradía de Esclavos del Santísimo Sacramento, a la que pertenecían otros autores como Quevedo.

Este sería su mayor éxito, alcanzando la fama mundial.



Entre el 22 y 23 de abril de 1616, Miguel de Cervantes fallece en su casa de Madrid, envuelto en un manto franciscano y enterrado en el convento de las trinitarias descalzas, en la antigua calle de Cantarranas (actual calle Lope de Vega), que sería demolido, con la posterior pérdida de la tumba.

Por ello, hoy día 23 de abril, celebramos en España y en los países de habla hispana, el Día del libro.  Y qué mejor momento que hablar de esta importante personalidad de nuestro país que el día que conmemoramos 398 años de su muerte.

Para terminar, quisiera añadir un dato curioso, que es la coincidencia de la fecha de la muerte de Cervantes con otro autor, en este caso de habla inglesa, William Shakespeare, otro de los eruditos dentro del mundo de la literatura.

Bibliografía:
http://www.biografiasyvidas.com/monografia/cervantes/
http://suite101.net/article/miguel-de-cervantes-soldado-a64252