La globalización es un proceso histórico de interacción e
integración entre la gente, las empresas y los gobiernos de diferentes
naciones, así pues, es el resultado de la innovación humana y el progreso
tecnológico. Supone una creciente integración de las economías de todo el mundo
en función del comercio y la inversión en el ámbito internacional. Este término
hace referencia, en algunos casos, al desplazamiento de personas (mano de obra)
y la transferencia de conocimiento (tecnología) a través de las fronteras
internacionales. Además, produce efectos en el medio ambiente, la cultura, los
sistemas políticos, el desarrollo y la prosperidad económica y, uno de los
aspectos más importantes, el bienestar de los seres humanos.
Este fenómeno no es reciente ya que se ha ido
expandiendo por todo el mundo durante la segunda mitad del siglo XX pero su
importancia en la actualidad se debe a que nunca antes el comercio y los
servicios financieros habían estado tan desarrollados e integrados como lo están ahora.
La ola actual de la globalización ha adquirido un
gran impulso debido a las políticas que han abierto las economías internas e
internacionales. Es más, durante las dos últimas décadas varios gobiernos han
adoptado sistemas económicos de libre mercado lo que ha provocado el aumento de
su potencial productivo creando una amplia variedad de oportunidades para el
comercio y la inversión desde el punto de vista internacional.
Esto ha provocado que las diferentes corporaciones
hayan construido fábricas en el exterior y hayan establecido acuerdos de
producción y comercialización con sus socios en el extranjero; así pues no solo
tendrán un beneficio nacional sino también internacional lo que provocará un
interés económico en el país.
Por otro lado, la globalización ha favorecido
también a la tecnología, sobre todo en el campo de las tecnologías de
información ya que han ofrecido nuevas y eficientes herramientas para
identificar y materializar oportunidades económicas.
Como vemos, esta es la parte positiva de la
globalización pero, ¿podemos decir que
tiene una parte negativa? Pues sí, así es, ya que la globalización incremente
la pobreza y la desigualdad entre los países poco desarrollados y los
subdesarrollados, aunque conviene aclarar que la situación de los países pobres ha mejorado en los últimos 30 años y esto se debe a los avances médicos y al
mejoramiento de las condiciones de vida que han provocado un aumento considerable de la esperanza de vida.
Sin embargo, esto no es suficiente por lo que es
urgente aplicar políticas orientadas específicamente a combatir la pobreza para
que las desigualdades entre unos países y otros se reduzcan y todos podamos
tener un método de vida saludables y acorde con
nuestras necesidades primarias.
Pero esto no es todo, ya que no solo la
globalización perjudica a los países poco desarrollados sino también a los
países avanzados ya que las economías están en constante evolución lo que significa que mejorarán con el paso
del tiempo y necesitarán a trabajadores más cualificados para que realicen su
trabajo de forma adecuada, por lo que esto es beneficioso para las
personas que están cualificadas pero en cambio para aquellas que hayan trabajado
en las industrias antiguas les será difícil incorporarse a industrias nuevas
puesto que no estarán lo suficientemente cualificados.
Por lo tanto, esto se debería solucionar aplicando
políticas que favorezcan la globalización y que aseguren el beneficio de las
personas. Esto se puede llevar a cabo con la educación y la formación
profesional para los trabajadores poco cualificados y con la creación de un
mecanismo de protección para los que pierden su empleo.
Sin embargo, considero que no sólo
esto perjudica a la globalización sino también las diferentes crisis económicas
afectan a dicho fenómeno ya que la idea de construir un interés general por
encima del nacional se desmorona y cada país intenta buscar su propio beneficio
para no verse perjudicado por la crisis de otros países europeos.
Como ejemplo de este fenómeno, me parece interesante
la entrevista que dio el politólogo y ensayista francés Sami Naïr cuando le
pidieron su opinión sobre la globalización.
Considera que la crisis de la globalización es el “comienzo
del fin” de la hegemonía de los EEUU y el auge de dos potencias como son China
y Alemania que poco a poco irán reemplazando al polo norteamericano.
Naïm subraya en la entrevista con la Agencia EFE que
esta crisis demuestra que Europa se ha transformado en un sistema formado por
una potencia hegemónica, Alemania, que domina a través de nuestra moneda, el
euro. El politólogo valora también la idea primordial de la globalización, construir
un interés general europeo por encima del nacional, la cual ha fracasado ya que
Alemania y Francia son las que dominan en el espacio europeo.
Como ejemplo de lo que explica Sami Naïr tenemos el
caso de la presidenta Ángela Merkel cuando le propuso a Grecia que para
mantener su continuidad en Europa debía hacerlo como una parte de Alemania, es
decir, Alemania “dominaría” a Grecia.
Finalmente, Sami Naïr propone como solución a esta
desigualdad “un crisol de valores universales comunes” cuya diferencia sea
singular y original, siempre y cuando se encuentre dentro del sistema de valor
común puesto que de lo contrario no sería un beneficio o una solución sino todo
lo contrario, supondría el “estallido” de los conjuntos nacionales.
En conclusión, se observa que la globalización es un
tema complicado de tratar puesto que nos puede beneficiar pero a la vez nos
perjudica ya que hacer frente a la globalización con una crisis de por medio tiene sus dificultades puesto que cada país mira por su propio interés y por no verse
afectado por los problemas económicos de otros países.
Bibliografía:
-
Periódico “La Vanguardia” ( 19-4-2014)
-
Globalization 101
-
Fondo Monetario Internacional (www.imf.org)
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