El Imperio Otomano y la educación de los niños y niñas
En el Imperio
Otomano no había una edad determinada para ir al colegio , es decir todo
dependía de su madurez y su capacidad. Así el niño o niña iba con la edad entre
cuatro o seis años. Los colegios estaban llenos de chicas y chicos. Los profesores
de los alumnos era el “Imam”, porque los colegios estaban casi siempre dentro
de la mezquita. Si habían muchos niños, el Imam tenía ayudantes para que
arregleran todo. En la primaria los estudiantes tenían cuatro cursos, eran:
matemáticas, gramática, El Corán y los básicos del Islam.
Niño que esta leyendo El Corán |
En el imperio
otomano no habían meses determinados para empezar el colegio, pero tenían días
especiales, o bien preferían días como los
lunes o los jueves, que tienen relaciones islámicas. Antes de que el niño o la
niña empezaran el colegio las familias siempre preparaban un tipo de fiesta
para los conocidos. Y para los estudiantes siempre daban caramelos o “simit”
(una especie de pan que es muy conocido en Turquia) o algo similar. Además tenían la tradición de
que si un niño o niña de una familia iba
a empezar el colegio, limpiaban toda la casa y luego iban al “Hamam” (baño
turco). Porque en el Islam le dan mucha
importancia a la limpieza. El primer día les vistían con las mejores ropas que
tenían en casa, y luego iban a la tumba del Sultán Fatih y a la tumba de Sultán
Eyüp ( solo lo hacían los que vivían en las ciudades donde se encontraban las
tumbas, sino, no), como ellos fueron unos de los más importantes Sultanes en el
Imperio Otomano. Por añadidura también rezaban para sus niños antes de ir al
colegio. Después de terminar todo la ceremonia, el niño o niña subía a un
caballo y se iba al colegio. Pero no iban solamente el caballo y el alumno, sino también la familia y los
conocidos, que lo acompañaban hasta al colegio.
El prosefor,
esperaba enfrente del colegio para coger el estudiante de la mano y entrar a la
clase. Después de entrar al aula, el
nuevo estudiante le besaba la mano al
profesor antes de sentarse. Luego se conocian y el curso comenzaba.
En esa época no
tenían clases, como hoy en día, sino cada estudiante estaba en un curso para el
nivel que tenía, con otras palabras, todo dependía del nivel no de la edad, así
tenían diferentes grupos. Mientras un grupo tenía clase los otros grupos estaban
durmiendo o escribiendo textos o alguna otra actividad. Además no tenían pausas
determinadas. El descanso era la hora de comer,
a esa hora cada estudiante se iba a casa y el otro descanso era a la
hora de rezar, como el colegio estaba dentro de la mezquita el Imam hacía
siempre en esos horarios una pausa, para que todo el mundo puediera rezar.
Helva |
En la primavera
siempre había una festividad, en la que
todos los estudiantes, sus familias y la gente del pueblo se quedaba en un
sitio y comían arroz con carne, helva (se parace mucho al turrón) y se puede
compartir con todo el mundo.
Como el El
Corán es la guía para los musulmanes, le
daban mucha importancia a la hora de leerlo. Así cuando un estudiante acababa
de leer El Corán la familia hacía una
fiesta muy pequeña. Hay que considerar que las fiestas se basan en repartir
comida y comerla juntos.
Después de acabar
con la primaria, se seperaban los
caminos de los estudiantes. Es decir, si el estudiante tenía una gran capacidad
y sacaba buenas notas entonces podian a la universidad donde siguieron estudiar
su religión más profundamente y además podian hacer amigos y desenvolverse en
la sociedad y economicamente, pero si no
obtenian tan buenas notas entonces el estudiante iba a una “Universidad” de
música, donde aprendia a tocar un instrumento.
Por último los
niños que venian de una familia pobre, no tenían que preocuparse, porque había
un montón de espónsores que los apoyaban de todas las maneras.
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