viernes, 23 de mayo de 2014

PROPAGANDA NAZI

La propaganda nazi se considera como uno de los elementos claves para que el partido pudiera alcanzar el poder y también para que lo mantuviera, puesto que gracias a ella las ideas del partido calaron en la población de forma natural y efectiva. La propaganda permitió que la ideología nacional-socialista fuera vista por Alemania como la salvación a la situación con la que tenían que lidiar por aquel entonces.

Esta propaganda se centró sobre todo en tres temas muy concretos: anticapitalismo, antisemitismo y anticomunismo.
La sociedad alemana se veía envuelta en una grave crisis que le había dejado la 1ª Guerra Mundial, y con un clima que no favorecía al país en absoluto, puesto que toda Europa veía a Alemania como la más fraudulenta y culpable de aquel desastre. La deuda que tenía era inmensamente grande, y fue la oportunidad que aprovecharon Hitler y su partido para hacerle creer a la población que ellos serían la respuesta a dicha situación; a través de la propaganda le infundieron a los alemanes la idea de unidad como país  y de animadversión hacia todos los países europeos que estaban en su contra, identificándolos como inferiores y como su principal enemigo, pues no eran alemanes, y por lo tanto, no estaban al mismo nivel que ellos. La exaltación de la raza y del sentimiento nacional fue crucial para que la población se viera identificada con la ideología de Hitler, que aparte de enemigos externos (como eran los países que firmaron el Tratado de Versalles) estableció unos enemigos internos a los que culparon de todo el problema económico y social que sufría Alemania: los judíos.
La población judía fue totalmente marginada y acribillada a críticas por parte de la propaganda pro nazi, a manos del ministro de propaganda, Joseph Goebbels. Éstos estuvieron expuestos a carteles donde se les caricaturizaba, dibujándolos con rasgos demoníacos y con motivos racistas: solían representarlos con dientes torcidos, uñas de animales, miradas siniestras y codiciosas… y siempre engatusando a jóvenes alemanes. En más de una ocasión se utilizó la expresión “chupar la raza aria” queriendo simbolizar que los judíos ensuciaban Alemania, que no eran la misma raza que los alemanes sino inferiores y debían ser expulsados.
El tercer punto, bastante relacionado con el primero, pretendía convencer a los alemanes de que el comunismo no era la salida, como le había ocurrido a la URSS, que se encontraba por aquel entonces sumida en una crisis importante y con una gran inestabilidad política y social. Se centró en infundir ideas negativas contra esta forma de gobierno, ofreciendo en Hitler, de nuevo, la solución, a través de la dictadura que establecería, y con la que prometía estabilidad política y económica, así como superioridad, dominio, poder y esplendor de Alemania y de la raza aria.

            Los medios propagandísticos que más utilizó el partido nazi para conseguir sus objetivos fueron los carteles, las revistas, el cine y los libros. 

Dentro de los carteles más populares destacan los que iban dirigidos contra los judíos, los cuales, como ya se explicó previamente, aparecían con rasgos similares a los del diablo, mostrándoles como hostiles, perversos y gente con la que no se debía tratar.
También había carteles donde se quería mostrar a los judíos como corruptos y culpables de la pésima economía alemana, ya que los acusaba de fraude y de favorecer que los productos nacionales no fueran demandados.


Por otro lado, dentro de las películas, las más famosas fueron “El triunfo de la voluntad”, de Leni Riefenstahl, donde se hace un apoyo al partido nazi y se muestra a soldados uniformados cantando canciones clásicas, y varias partes de discursos de líderes nazis así como también de Adolf Hitler. Destaca además “el judío errante”, donde, de nuevo, se ataca a los judíos tachándoles de escoria para la sociedad y ensalzando la grandeza de la raza aria. Otro documental muy importante fue el que se realizó después de que los nazis concedieran a la Cruz Roja una visita al campo de concentración de Theresienstadt, el cual lo dieron a conocer como lugar donde de verdad habitaban lo judíos y en realidad solo era un campo de tránsito hacia otro de exterminio; para la visita, los nazis arreglaron dicho campo colocando algunas tiendas y algunos elementos que lograran engañar y que convencieran de que los judíos vivían en relativamente buenas condiciones. Esto tuvo tal éxito que, viendo que les iba a favorecer mucho, los nazis decidieron “persuadir” a los judíos de aquel campo de concentración –a los que más tarde matarían– para que rodaran una película propagandística donde se les filmaba contentos y viviendo a gusto:Terezienstadt: Una película documental sobre el reasentamiento judío” o “el Führer regala a los judíos una ciudad”. Actualmente solo existe de forma fragmentada e incompleta.
 
 A continuación se incluyen los enlaces de los fragmentos de dicha película.  

 
 http://youtu.be/TmIPNktUeoI
 http://youtu.be/OlIMAJF3kic
 http://youtu.be/77ndLu8tI5g
 




En tercer lugar, los libros; sin duda alguna el libro más destacado fue el escrito por el propio Hitler: “Mein Kampf” (Mi lucha). En él se trata sobre todo el tema de la supremacía de la raza aria por encima de los judíos, y Hitler cuenta experiencias de su propia vida que dice que le han llevado a sentir ese odio hacia los judíos y hacia el comunismo que se plasman en su ideología. Fue un libro que alcanzó su culmen de ventas cuando el partido nazi llegó al poder,  incluso Hitler obligó a que se regalara un ejemplar a cada pareja que se casara y a los graduados. También destacan otros títulos como “Rassenkunde des deutschen Volkes” (Etnología del pueblo alemán), por Hans F. K. Günther, y “Rasse und Seele” (Raza y Alma), por Ludwig Ferdinand, donde se intentaron identificar las diferencias entre un alemán, nórdico o ario y otros pueblos supuestamente inferiores.

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