El
golpe militar, planteado como un pronunciamiento clásico, con apoyo de milicias
carlistas y falangistas, se precipitó al 17 de julio por la tarde. Se inició en
la guarnición de Melilla, donde los sublevados se hicieron con el poder en todo
el protectorado marroquí. Al día siguiente, el 18 de julio, Franco, que contaba
con un gran prestigio gracias a su experiencia marroquí, voló de Canarias hacia
Marruecos y tomó el mando del ejército de África.
Muerto
Sanjurjo, el general Mola planificó y coordinó las acciones que deberían
llevarse a cabo, contando con el apoyo de grupos financieros, monárquicos y
católicos.
En
Madrid y Barcelona la rebelión, encabezada por Fanjul y Goded respectivamente,
pudo ser sofocada.
Entre
el 17 y el 20 de julio se evidenció el fracaso del pronunciamiento militar,
pero se hizo también patente la división en dos del ejército, del territorio y
de los recursos económicos. Ambos bandos se enfrentaron en una guerra civil.
Los
rebeldes controlaron las zonas rurales y conservadores (Castilla y León,
Galicia, Navarra, gran parte de Aragón y de Andalucía occidental, Baleares,
Canarias y el protectorado colonial norteafricano).
El
territorio republicano, aunque
dividido, contaba con los núcleos industriales
y urbanos de más relieve, las regiones de agricultura de exportación, las
minas del norte y el oro del Banco de España.
El
bando sublevado tenia recursos
industriales de menos envergadura, pero controló la principal zona centralista.
Desde
el principio los sublevados llevaron el peso y la iniciativa en las ofensivas
militares, mientras que entre los republicanos predominaron las operaciones
defensivas.
EVOLUCION
DEL CONFLICTO
Los
primeros combates y la batalla de Madrid.
Desde el sur, los legionarios del
ejército africano avanzaron por el valle del Tajo y llegaron en septiembre a Toledo, donde liberaron a los
centenares de militares y civiles sitiados por las tropas republicanas en el Alcázar.
Aunque el principal objetivo de
los sublevados era ocupar Madrid,
hasta noviembre ambos bandos intentaron consolidar posiciones.
La
guerra en el norte
Ante el fracaso en el frente de
Madrid, Franco, ya Generalísimo optó por concentrar
el esfuerzo bélico en el norte, donde había importantes industrias.
Los sublevados lanzaron una gran ofensiva sobre el País Vasco (Durango y
Guernika). Tras la muerte de Mola,
el general Dávila inició el ataque a Bilbao y tomó la ciudad el 19 de junio.
En
agosto, tropas italianas y navarras tomaron Santander. Desde allí pasaron a Asturias y ocuparon Gijón en octubre.
Con la caída del norte, la zona republicana perdía una región minera y
siderometalúrgica, vital para el abastecimiento de materias primas y el
desarrollo de la guerra.
El
avance hacia el Mediterráneo
Con la pérdida del norte, quedaba
un solo frente, que iba desde los Pirineos hasta la costa malagueña. Para
frenar una posible ofensiva franquista sobre Madrid, las fuerzas republicanas
iniciaron una ofensiva sobre Teruel.
Tras este éxito, Franco decidió iniciar
en marzo el avance sobre el valle del
Ebro, con el objetivo de llegar al Mediterráneo y aislar Cataluña. Con ello
el territorio republicano quedó dividido
en dos partes.
El
fin de la guerra
Tras la victoria en la batalla
del Ebro, los sublevados intensificaron los bombardeos de las principales
ciudades catalanas. Estos bombardeos prepararon la ocupación de Cataluña, que fue rápida y no encontró apenas
resistencia. Con la caída de Cataluña, las estructuras políticas y militares
del Estado republicano se derrumbaron. Sus autoridades, incluido el presidente
Azaña, atravesaron la frontera.
A pesar de lo desesperado de la
situación, Negrín y los comunistas intentaron resistir a ultranza en Madrid y la zona centro, cuyas posiciones se
mantenían prácticamente como en 1936. Pero Francia y el Reino Unido
reconocieron al gobierno de Franco y, en Madrid, estallaron los enfrentamientos
internos.
Aunque
el gobierno Negrín partió hacia el exilio, la oposición de los comunistas
desencadenó una lucha interna que ensangrentó aun más el bando republicano. Se
ordenó finalmente el abandono de los frentes sin resistencia, el corones Casado
entregó Madrid y el 1 de abril, el
general Franco hizo público el comunicado del fin de la guerra sin condiciones.
BEATRIZ MORENO HURTADO
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