Han transcurrido 73 años
desde la decisiva conferencia de Hendaya celebrada entre el Führer del III
Reich, Adolf Hitler, y el Generalísimo Franco, Jefe del Estado de una España
que había quedado destruida tras la Guerra Civil.
El 23 de Octubre de 1940
iba a convertirse en una fecha muy conocida e histórica, puede que el día más
transcendental y relevante de la década de los 40 para España, ya que en la
frontera hipano-francesa, en Hendaya, el Caudillo se entrevistó con el Führer en
presencia de Ramón Serrano Suñer y von Ribbentrop, ministros de ambos países.
Adolf Hitler y su
ministros de Asuntos exteriores, von Ribbentrop, llegaron antes de la hora
prevista, al contrario que el caudillo Franco que llegó con ocho minutos de
retraso. Así pues, cuando Franco bajó del vagón le esperaban Hitler y su
ministro al pie de la escalerilla.
Esta entrevista tuvo
lugar debido a que Hitler deseaba la incorporación de España a la guerra para
así poder controlar el estrecho de Gibraltar y a través de él el Mediterráneo Occidental. También pretendía la utilización de las Islas Canarias como base de
submarinos en el Atlántico Central, para provocar, de este modo, el
debilitamiento de Reino Unido puesto que se quedaría sólo estratégicamente. Sin
embargo, Franco, a pesar de las presiones que recibió y saber que aceptar las
condiciones de Hitler sería beneficioso económicamente para España, llegó a la
conclusión de que España no estaba preparada para entrar en un conflicto como
fue la II Guerra Mundial puesto que apenas hacía un año que había ocurrido la
Guerra Civil y no se habían podido recuperar todavía los destrozos que había
causado. Así pues, Franco supo como actuar ante las presiones del líder nazi;
salvando a España de entrar en una guerra que hubiese afectado al país ya que
acabó con casi toda Europa.
La entrevista se celebró
en el tren oficial “Erika” del Führer. Antes de subir al vagón se vetó a varios
ministros de ambos países a participar en la entrevista por lo que, como dije
al principio, sólo estuvieron presentes ambos líderes con sus respectivos
ministros, von Ribbentrop, por parte de Hitler, y Serrano Suñer, por parte de
Franco. Además, de los intérpretes Gross y el Barón de las Torres.
Una vez en el coche-salón
de Hitler, este le expuso al caudillo sus deseos sobre España y le dijo que ya
tenía preparados a sus paracaidistas para que se lanzasen sobre Gibraltar. Sin
embargo, las condiciones de Franco y sus opiniones sobre la situación irritaron
a Hitler ya que Franco no permitiría que España cediese Gibraltar a ningún
país.
Cuando terminó la
entrevista, Serano Suñer, el ministro español, le dijo al ministro alemán,
Ribbentrop, que las declaraciones que Hitler había hecho sobre su deseo a los
territorios españoles, habían sido muy vagas y no eran garantía suficiente para
los españoles.
Hitler salió muy
decepcionado y para él la conferencia había sido un fracaso. Así, se lo mostró
a Benito Mussolini cuando le dijo que antes de volver a entrevistarse con Franco
prefería arrancarse tres o cuatro muelas. Esto se debe a que Franco se reservó el derecho a fijar el día
de la entrada de España en la guerra debido a que no quería que esto ocurriera
y fue esto lo que enervó a Hitler. Sin embargo, lo que éste no sabía era que
Franco con esta entrevista había conseguido su objetivo, mantener a España
fuera de Alemania y evitar que entrase en la guerra.
Desde el punto de vista
español, y según lo redactado por el Barón de las Torres, se puede apreciar la
insistencia de Hitler en Gibraltar, Marruecos y las Islas Canarias y por otro
lado, el rechazo que recibe de parte del caudillo sobre todo por Gibraltar y
las Islas Canarias ya que Franco consideraba que España no estaba preparada
para entrar en una guerra de tal envergadura como era la Segunda Guerra Mundial.
Aún así, el Führer sigue
insistiendo y le propone a Franco que firme un compromiso como que España
entrará en la guerra pero Franco, una vez más, se niega a hacer lo que el
Führer le pide. De este modo, Hitler dijo textualmente, según lo redactado por
el Barón de las Torres: “Ya tengo bastante y como no hay nada más que hacer,
nos entendemos en Montaire” y dando muestras de soberbia se levantó y se
despidió de los presentes en la mesa.
Al final de la redacción
del ministro, es este quien expresa su opinión y explica que la actitud del
caudillo fue muy viril, patriótica y realista ya que consiguió mantenerse firma
frente a las reiteradas presiones del Führer.
Dos meses más tarde el
propio Hitler, descontento con el trato recibido por parte del caudillo en
Hendaya escribe una carta a Mussolini para expresarle su preocupación y su
descontento ante la postura española.
En esta carta, Hitler le
expresa su opinión diciéndole que considera ingenua la idea de Franco de no
participar en la guerra y de recibir materias primas y trigo por parte de las
democracias ya que Hitler considera que éstas cuando España haya consumido el
último grano de trigo se lanzará sobre Franco.
Por último, Hitler
finaliza la carta diciendo que se encuentra entristecido y desilusionado con
Franco ya que se ha negado a sus maravillosas propuestas y no ha tenido en
cuenta que él y Mussolini le habían ayudado en la Guerra Civil.
En conclusión, podemos
ver que esta entrevista fue muy interesante ya que se pudieron observar dos
personalidades y puntos de vista diferentes sobre la guerra. Además, vemos que
Hitler no siempre consiguió lo que quiso puesto que no pudo convencer a Franco
para que entrase en la guerra ya que si este hubiese aceptado las condiciones
de Hitler el final de la guerra hubiese sido muy diferente.
Aquí os dejo un video donde se puede ver el encuentro entre Hitler y Franco.
https://www.youtube.com/watch?v=C0-vQWneO7U
BIBLIOGRAFÍA
http://www.generalisimofranco.com/historia/hendaya01.htm
http://algargoshistoria.lacoctelera.net/post/2013/04/10/la-entrevista-franco-con-hitler-hendaya-fotos
http://www.fnff.es/La_entrevista_con_Hitler_en_Hendaya_56_c.htm
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