Oskar Schindler fue un industrial alemán de origen checo. En
1939, Schindler trabajó como espía para Alemania antes de la invasión de
Polonia. En ese mismo año, fue trasladado a la ciudad de Cracovia para dirigir
una fábrica de productos esmaltados, lugar desde el que Schindler trataría de
evitar el traslado del mayor número posible de judíos a los campos de
exterminio.
En 1943, se construyó en Cracovia un campo de concentración
desde el cual los judíos eran trasladados a otros campos más importantes, como
el de Auschwitz o Plaszow, donde eran asesinados. Aparentando un falso odio a
los judíos, Schindler logró convencer a los mandos nazis para que le
permitieran utilizar a prisioneros judíos en su fábrica. Con el dinero que iba
ganando en la fábrica, sobornaba a los comandantes de las SS para que todos sus
trabajadores pudieran estar a salvo. Gracias a esto, logró salvar a unos mil
doscientos judíos.
Cuando terminó la guerra, Schindler emigró, ya que estaba en
peligro de ser arrestado por los soviéticos. Vivió prácticamente en la ruina,
ya que había gastado todo su dinero en sobornos para salvar a los judíos de su
fábrica. Intentó abrir varios negocios a lo largo de su vida, pero todos ellos
quebraron, y sobrevivió gracias a varias organizaciones judías.
Oskar Schindler falleció en Hildesheim (Alemania) el 9 de
octubre de 1974. Fue enterrado en Israel en el
cementerio latino del Monte Zión, en Jerusalén.
María José Marchal Martínez
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