domingo, 18 de mayo de 2014

LA ILUSTRACIÓN Y EL DESPOTISMO ILUSTRADO


     En esta entrada escribiré sobre la Ilustración, pero en concreto sobre el despotismo ilustrado, que fueron unos movimientos muy importantes.

     Ante todo hay que decir que la Ilustración es un movimiento filosófico de renovación intelectual, cultural, ideológica y política que surgió en Europa en el siglo XVII. Es resultado de un gran progreso pero también de difusión de las nuevas ideas y de los nuevos conocimientos científicos. Este movimiento está basado en la razón como capacidad humana para estudiar y transformar la naturaleza y por último, alcanzar la felicidad.
Las características más importantes de la Ilustración son: la razón (base principal del conocimiento), el amor por la naturaleza, el espíritu crítico, fe en el progreso intelectual y científico, afán por aplicar los descubrimientos científicos y los aportes filosóficos, la enciclopedia (a través de ella se difundieron todas las ideas de la Ilustración). Por último, otra característica es la resistencia de la Iglesia católica y del Estado absolutista frente a estas nuevas ideas ilustradas  que anhelaban mayor participación política y defendían la igualdad y la libertad.

     Los representantes más importantes fueron Montesquieu (separación de los poderes: legislativo, ejecutivo y judicial), Voltaire (promotor de la libertad religiosa y económica y propuso un régimen parlamentario que limitara el poder real), Rousseau (formuló la teoría de la democracia según la cual la soberanía reside en el pueblo).
La Ilustración expandió por el mundo los ideales de libertad, igualdad, fraternidad y justicia social  enfrentándose a los sistemas despóticos.

     En cuanto al despotismo ilustrado hay que decir que algunos monarcas europeos, llamados déspotas ilustrados, implementaron reformas inspiradas en ideas ilustradas. Por otra parte ellos continuaron rechazando las demandas por una mayor libertad y participación del pueblo en las decisiones del Estado. La filosofía del despotismo ilustrado se resume bajo el lema “Todo para el pueblo, pero sin el pueblo”.

     Las políticas reformistas abarcaron cinco ámbitos: administración (se formuló la centralización y uniformidad de las instituciones), economía (reformas como la liberación de la propiedad y de la libertad del comercio y se impulsó la colonización de nuevas tierras y el fomento de la industria) justicia (se redactaron nuevas leyes, se suprimió la tortura y la pena de muerte), la educación (se amplió la educación a las clases populares) y la religión (se aplicó una política de tolerancia religiosa en diversos grados y el Estado buscó ejercer un mayor control sobre la Iglesia).


     El despotismo ilustrado se desarrolló en estados europeos como Prusia (el rey Federico II renovó el ejército y la administración, estableció la tolerancia religiosa y reorganizó la administración judicial), Austria (la emperatriz María Teresa y su hijo José II limitaron los abusos de los nobles, abolieron la servidumbre personal y sometieron a la Iglesia católica al control del Estado), Rusia (la emperatriz Catalina II secularizó los bienes de la Iglesia y fomentó el desarrollo industrial), España (se aplicaron bajo el imperio de Carlos III una serie de reformas económicas que afectaron los dominios coloniales en Brasil) y finalmente, Portugal (también, al igual que en España se aplicaron una serie de reformas económicas que afectaron sus dominios coloniales en Brasil).


YASMINA DOBRE

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