viernes, 23 de mayo de 2014

La Mafia en Nápoles: la camorra


En Campania, cuya capital es Nápoles reina la camorra,  la mafia más antigua del sur de Italia, siempre fue urbana y estuvo anclada en los barrios de Nápoles. Fue portavoz y representante de la masa inculta, y a la vez estuvo estrechamente relacionada con los monarcas y su aparato estatal. Representó los intereses del estado en el sur de Italia hasta el final del dominio español.

  
Bandera de Nápoles
Con respecto a la etimología de esta palabra podemos decir que hay muchas interpretaciones, pero la tesis más aceptada es que la palabra “camorra” viene  del español antiguo, “gamurri”, que era el término que se utilizaba para nombrar a los malhechores que abundaban en las montañas de España y que llegaron a la Península Itálica alrededor del año 1300.

Los Borbones eran muy duros con sus opositores, la mayor parte de las capas sociales más bajas estaban de parte de ellos  y a cambio estos  garantizaba a la plebe un espacio donde pudieran hacer prácticamente lo que les viniera en gana.

Escudo de Nápoles
La camorra napolitana es un fenómeno propio de las clases más bajas, nunca ha sido asimilada por la modernidad.

En el siglo XIX en cada barrio de la ciudad gobernaba un “guappo”,  un jefe de la camorra. El camorrista napolitano, llevaba un cinto rojo, un gorro llamativo y una chaqueta corta. Su objetivo era ser reconocido, ya que se adornaba con anillos y collares muy llamativos. En una ciudad tan poblada como Nápoles esto era una especie de necesidad, para que la persona respetable no sufriera violencia innecesaria.

En Nápoles no existía el delito de honor, existía la cicatriz, es decir, cuando alguien hacía algo que al camorrista le parecía mal, se le hacía una herida en la cara. Esta cicatriz permitía que el camorrista no acabara en la cárcel y el culpable llevaba la ofensa en el rostro para toda la vida. Si había diferencias entre camorristas se hacía un duelo, en Nápoles se llamaba “zumpata”. Esto era un modo de resolver las disputas, casi nunca considerado delito. Este tipo de cosas fomentaba la violencia pero al mismo tiempo la controlaban, garantizaba una especie de orden en el caos, un control social de la violencia.
Los pobres desempeñaban un importante papel ya que estaban mezclados con las demás capas sociales, pero de vez en cuando podían sublevarse. Por ello, el temor a una sublevación de los pobres ha permitido una de las ilegalidades de masas más importantes de Occidente.

En 1860, el aventurero político y héroe de la libertad Giuseppe Garibaldi derrocó a los Borbones en el sur de Italia. Tenía el apoyo de la Casa Real Piamontesa de Saboya, de los masones, nacionalistas y republicanos. Pero sin la ayuda de un grupo de poder muy concreto, Garibaldi y su ejército  difícilmente habría podido vencer a las tropas Borbónicas ya que los aristócratas sicilianos y la iglesia católica no lo hicieron.
Durante las revueltas garibaldinas en Palermo (Sicilia) hubo grupos de la mafia que tomaban parte simplemente porque les interesaba el cambio. Garibaldi avanzó hasta Nápoles, pero el jefe de policía  temía que la camorra, que era fiel a los Borbones, movilice a las masas populares contra sus tropas y, por ello decidió convocar a todos los jefes de la camorra y los admitió en la guardia nacional convirtiéndolos en policías. La entrada de Garibaldi en Nápoles fue uno de los pocos cambios en la historia de la ciudad en los que no revueltas populares, fue una transición tranquila ya que la camorra era la policía, fue un caso histórico y emblemático.

La camorra actúa básicamente en la región de Campania y cuenta con muchos afiliados. Posee características mercenarias y ha mostrado una gran influencia en la economía y administraciones locales.

A diferencia de la Cosa Nostra, está formada por muchas bandas que se agrupan, se disuelven y se vuelven a agrupar sin orden ni disciplina, no están regidos por reglas fijas y además, la camorra hunde sus raíces en la ciudad, en cambio, Cosa Nostra es de origen rural.
La camorra ha sido utilizada ya desde el siglo pasado por la política: primero por los Borbones en contra de ls liberales y después por los liberales en contra de los Borbones. Además tras la formación de la Italia Unida recurrieron a ella para condicionar los resultados electorales.

Hasta poco antes de la II Guerra Mundial, los camorristas se reunían regularmente en las catacumbas de sus parroquias para discutir sobre asuntos internos o generales. Los camorristas eran y siguen siendo profundamente católicos, pero mucho más tolerantes en sus costumbres que el resto del sur.
Durante algunas etapas de la segunda posguerra ofrecieron a las clases más pobres la posibilidad de ganar un salario sin necesidad de  integrarse en la camorra.

La camorra, se propone a gobernar el desorden social, y por ello presenta una doble cara: una vinculada a la marginación social y otra ligada a la corrupción administrativa.  Sin embargo, no ha cometido importantes homicidios políticos, ya que ha sido marginada de las grandes cuestiones nacionales.

También es cierto que en Nápoles, nunca se emprendió una campaña a fondo contra la camorra. La camorra es  indiferente a las ideologías políticas. Por su propia tradición mercenaria, lo más importante para la camorra es siempre el negocio y la convivencia.
Hoy en día, debido a su singular relación de integración y de dominio sobre las clases más pobres de la población, en los momentos de dificultad se mezcla con la más difundida delincuencia común.

Además, en la camorra actúan grupos de delincuencia urbana y bandas de jóvenes delincuentes y establece relaciones con estas formas de criminalidad organizada. Es una organización mafiosa que tuvo, y sigue teniendo carácter masivo.



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