Núñez de Balboa: El descubrimiento del Pacífico

Vasco Núñez de Balboa descubrió el Pacífico y aquello fue una conmoción. Américo Vespucio y Juan de la Cosa han explorado el litoral, y Martín Walldseemüller ya ha hecho un mapa donde llama "América" a estas tierras.
Esta es la situación en la que una pequeña hueste de españoles, guiados por Vasco Núñez de Balboa, camina por las selvas de Panamá buscando un canal, un paso, lo que sea, que permita franquear aquella tierra y prolongar la ruta marítima hacia el oeste.
Núñez de Balboa decide cruzar las montañas hasta encontrarlo. El 25 de septiembre de 1513, desde lo alto de la cordillera que acaban de cruzar, los españoles divisan un mar de aspecto infinito.

El mejor conquistador

Había nacido en Jerez de los Caballeros en 1475, de muy buena familia pero pobre. Descendía de los señores del castillo de Balboa, en Villafranca, León. Su padre era el hidalgo Nuño Arias de Balboa.
Muy joven tiene que entrar como paje al servicio de Pedro de Portocarrero, señor de Moguer. En 1500 cruza el Atlántico. Lo encontraremos en la expedición de Rodrigo de Bastidas. En 1501 participa en las exploraciones del Caribe, desde Panamá hasta Colombia.
El liderazgo de Vasco se sustenta sobre la evidencia: sus consejos e iniciativas siempre son acertados, y cuando no lo son, la suerte les acompaña. Es lo que le ocurre cuando decide refugiar a sus hombres en la región de Darién, al sureste de Panamá.
La batalla resulta favorable para los españoles por dos razones: una, que esos son los únicos indios de la región que no usan flechas envenenadas; la otra, que los indios de Cémaco tienen pavor a los perros que los españoles llevan consigo.
La conquista de Santa María la Antigua y la captura de un notable botín en oro y alhajas convirtieron a Balboa en jefe natural de la hueste.

El Mar del Sur

El 1 de septiembre de 1513 parte Balboa de Santa María con ciento noventa hombres, algunos guías indios y una jauría de perros, y comienza a recorrer Panamá en busca de ese Mar del Sur.
Los hombres de Balboa descienden la cordillera por tres caminos distintos. Uno de los grupos, el de Alonso Martín, llega al agua, la bebe para comprobar que es salada, que es mar, se embarca en una canoa y navega por primera vez el océano Pacífico. Núñez de Balboa pisa la playa el 29 de septiembre, día de San Miguel Arcángel. Por eso ese golfo se llama todavía hoy golfo de San Miguel.
Vasco, consciente de que está haciendo algo importantísimo( ha encontrado el mar que faltaba) confiere al momento toda la solemnidad que puede.

La tragedia

El retorno de Balboa a Santa María fue triunfal. Volvió por otro camino para explorar nuevas tierras, lo cuál le permitió, además, acumular un impresionante botín en oro y perlas.
La Corona había enviado un nuevo gobernador, Pedro Arias de Ávila "Pedrarias Dávila". Dávila, de entrada, intenta acabar con Núñez de Balboa. No lo conseguirá porque la Corona, enterada del descubrimiento del Mar del Sur, ha nombrado a Vasco Adelantado de aquellas costas. Entonces Pedrarias Dávila cambia de actitud: agasaja a Balboa e incluso le promete la mano de su hija, María de Peñalosa, que está en España.
Dávila se entera de que Balboa, aunque prometido a María de Peñalosa, tiene una amante india; es la oportunidad que el gobernador esperaba para quitarse a Vasco de en medio.
Núñez de Balboa se ha convertido en una autoridad y explora por su cuenta. Dávila no lo soporta. Todo ello se unirá para que el gobernador dice orden de prisión contra Vasco, lo aprese y le haga condenar a muerte.
El gobernador ha urdido una falsa acusación: que Balboa quiere crearse un nuevo gobierno propio en el sur de Panamá. No es verdad, pero en eso se basa la orden, y hay que cumplirla. El encargado de ejecutarla es Francisco Pizarro, rescatado por Balboa en su día, que había pisado el Pacífico con él. Los acusados son detenidos y llevados a Acla.
Así, tan injustamente, murió Núñez de Balboa el 15 de enero de 1519, con cuarenta y cuatro años.
Dávila murió viejo y entre horribles enfermedades, pero siempre en el poder. María de Peñalosa se casó después con otro conquistador, Francisco de Contreras, y murió en Lima tras una larga vida.
En cuanto a Núñez de Balboa, la posteridad le hará justicia: Panamá está lleno de parques y avenidas con su nombre; hasta la moneda del país es el balboa.