Tras la guerra civil
española, es decir después de 1939, el pueblo español perdió su gobierno
republicano para encontrarse frente a un gobierno mas o menos dictatorial con
la llegada de Francisco Franco al poder. Después de la guerra hubo un montón de
gente que fue encarcelada por razones políticas, porque fueron del bando
opuesto a los nacionalistas, o sea que fueron del lado de los republicanos y de
la resistencia. Muchos hombres se convirtieron en prisioneros políticos pero
también muchas mujeres. Esas, en particular, sufrieron muchísimo de una
estigmatización como mujer en las cárceles y todo esto juntas a sus niños.
Carcel |
Había en estos momentos tantos
encarcelamientos que el gobierno fue obligado a echar mano sobre edificios
públicos para convertirles en cárceles. Esos centros penitenciarios fueron
lugares horribles para estas mujeres y además existía un doble proceso de
exclusión social para ellas. Primero, como « rojas », es decir que
veían las opiniones políticas ante todo, y también fueron excluidas porque
simplemente eran mujeres. El simple hecho de ser mujer fue castigado por la
dictadura. Hay que especificar también que los niños fueron encarcelados con
sus madres y sufrieron también ellos de la falta de comida, de vivir en lugares
asombrosos y húmedos, por culpa una política que no conocían. Y hubo un montón
de muertes de niños y muchos también que desaparecieron durante la dictadura,
fueron los “niños robados del franquismo”. Pero sufrieron también en 1940 de un
aislamiento de sus madres, a causa de una orden del estado diciendo que todos
los niños que tienen mas de 3 anos tienen que ser separados de sus madres que
veremos más precisamente en el ensayo. Fue otra forma de represión para las
mujeres, y así los militares, el gobierno, las monjas aumentaban el poder de
dominación sobre ellas. Y hay que decir que a causa de esta orden del estado
franquista, las cárceles fueron llamadas por las madres « zona de riesgo
de perdida familiar ».
En cuanto a la violencia física
durante les detenciones, fueron momentos muy duros y a veces imposibles
soportar. Se suspendieron muchas veces el acceso a la comida, la ropa, las
latas de conservas y a eso había que añadir también las torturas, las
violaciones y los fusilamientos que fueron las peores cosas echas a las mujeres
para humillarlas y asesinarlas psicológicamente.Y además, los guardianes de las
prisiones tenían todos los derechos posibles, podían hacer todo lo que les dio
la gana a causa de una circular de 1939 de la dirección general de prisiones
que decía “Tiene a su alcance los funcionarios de prisiones en último extremo y
si fuese menester el uso personal y directo de la fuerza de las armas para
imponerse a los reclusos”. Lo que muestra muy bien la influencia y el poder que
tenía el régimen sobre estas mujeres.
Detenidas de Saturaran |
Saturrarán es hoy en día una playa del municipio de Motrico
en el País vasco en Guipúzcoa. Pero antes de ser una simple playa que
interesaba a los turistas, unos aprovecharon su situación para construir
durante el siglo XIX un establecimiento hotelero cuya principal característica
era la relajación y el bien estar gracias al aire del océano. A continuación,
entre 1938 y 1944 el complejo balneario de la playa de Saturrarán se convirtió
en una cárcel durante la guerra civil para acoger solamente a mujeres. Durante
estos 7 anos cabe denotar que pasaron mas de 4000 mujeres con sus hijos y fue
la cárcel femenina mas importante del norte de España en estos momentos. Hay
que decir primero que todas las presas no eran “euskaldun”, sino que venían por
todas partes. Claro, la mayoría de ellas venían del norte de España y sobre
todo de Asturias pero también muchas de ellas venían de Madrid, de Toledo y de
Badajoz por ejemplo. Llegaban en trenes de todas partes de España y al salir la
primera reacción de una mujer sobreviviente fue “Un día esplendido, con el
verde y el mar..” Y además, Saturrarán no era una cárcel donde se fusilaba a
los prisioneros, fue una cárcel solo de cumplimento de las penas.
Además, las
presas tenían una jornada perfectamente organizada para las guardianas de la
cárcel o sea las monjas. En esta cárcel no fueron los militares quienes
vigilaron. Tenían primero que levantarse y directamente rezar cuales sean sus
creencias pero nos centraremos a continuación del ensayo el poder del clérigo y
sus actuaciones con las presas. Pero cabe denotar que las sobrevivientes
rechazan completamente este estricto reglamento. “El reglamento era a las ocho
de las mañana a formar voces y allí nos contaban como a los burros y “arriba
España” había que decir y levantar el brazo”. Pero también en el interior de la
cárcel no había todo lo que necesitaban. Por ejemplo no había duchas ni lavabo
y estas mujeres tenían que ir al rio para lavarse cual sean las estancias. Y a
continuación tenían que trabajar, en talleres o también en Saturrarán las
presas hacían la comida, tenían clases hechas para maestras presas, inventaban
coplas y canciones todo esto claro bajo la vigilancia de las guardianas.
Familias detenidas |
Ya que
si el régimen franquista era muy duro, no les dejaban solas, sin hacer nada,
sentadas en sus celdas y castigadas cada dos días con fusilamientos. Y por fin,
comían algo cuando lo tenían. Es que la comida era muy escasa en las cárceles.
Tan escasa que algunas veces el hambre les llevo a comer todo lo que podían
encontrar cual sea el lugar “Allí, había un rio por el que pasaba toda clase de
porquerías : mondas de patata, hierbajos y todo lo que pasaba por el rio se le
comían las mujeres así fue como se intoxicaron aquellas chicas que cogieron
unos raíces, muchas de ellas murieron”. Incluso los niños no tenían mucho, entonces
se murieron mucho de ellos por falta de leche, de comida, y tampoco no podían
ser mamados por sus mamas porque ellas mismas carecían de comida. A veces, las
monjas daban media botella de leche por madre y por niño. Pero a causa de esta
desnutrición, el cotidiano de esas mujeres fue muy difícil llegando muchas
veces a la muerte, de madres como de niños.
Durante
todos estos años, las mujeres sufrieron de violencias físicas que las
debilitaron. En Saturrarán no había fusilamientos, porque fue una cárcel de
cumplimientos de penas y no una cárcel en la que tenían que morir. Pero esta
prisión tenía sus propios castigos que fueron reservados solamente al genero
femenino y fueron mas rituales de humillación que castigos así violentos.
Primero por ejemplo, cortar el pelo a cero. Que fue un hecho muy simbólico para
una mujer porque ser mujer es ante todo tener el pelo largo. Y hacían esto
porque querían humillarlas y mostrarles que ya no son mujeres sino que fueron
solamente cosas y nada más. Y además, este proceso se hacía de manera pública,
para castigarlas mas aún. También, otro tipo de violencia fue los purgos con
aceite de ricino. Y con esto fueron consideradas como “impuras”, como mujeres
que no tenían higiene lo cual les convertía en personas despreciables. Y además
hubo los desfiles públicos que fueron otro medio de humillar su dignidad. Las
violaciones en las prisiones franquistas fueron muy habituales, sobre todo
cuando fueron guardadas por hombres pero hay muy pocos testimonios de esos
abusos porque después de violaciones la mayoría de las mujeres fueron
asesinadas. Pero en Saturrarán, las guardianes fueron las monjas, y no había
hombres en el interior, entonces no se dejaba pensar que podría haber
violaciones. Sin embargo, había unas monjas homosexuales y que intentaron
abusar de unas presas.
Pero la cárcel de Saturrarán tenía una celda de castigo muy
especial para acoger a las presas. Hay que recordar primero que estos edificios
fueron muy cerca del mar y en marea alta el agua llegaba a penetrar en las celdas.
Pero no fue un poquito de agua, hasta más o menos los tobillos, sino que la
mayoría de las veces llegaba hasta la cintura. Y a veces el castigo en este
tipo de celdas duraba muchos días, sin agua, ni comida, ni ropa seca. Lo cual
provoco con la humedad muchas enfermedades y muertes. Esta celda de castigo se
llamaba el “pozo” y fue el peor castigo
para las mujeres de Saturrarán porque aseguraba días difíciles sin nada, solo
con el frio y la humedad y estaban
seguras de que después iban a sufrir de enfermedades. Este castigo parece
difícil imaginar pero en la película de RUEDA Mikel Estrella que alcanzar se ve perfectamente como funcionaba. Gracias
a los testimonios de los sobrevivientes lo ha construido para que pudiera ser
visto de todos e imaginar las condiciones y los sufrimientos de estas mujeres
en estas celdas que podríamos calificar de “originales”, sirviéndose de la
naturaleza para castigar al ser humano.
Francisco Franco decidió poner los miembros religiosos en
cárceles como Saturrarán. Entonces, llegaron 25 monjas con la firme intención
de reeducar religiosamente a estas mujeres rojas, republicanas, por orden de
Franco y del alto clérigo, todo esto en colaboración con el gobierno. Pero
también en la cárcel, para vigilar, había 50 centinelas, pero que eran mas
afuera, que vigilaban solamente las entradas y que las presas no podían salir.
Ellos solo actuaban en caso de emergencia, durante motines por ejemplo con
armas y todo. La presencia militar mezclada a las ordenes religiosas fueron muy
frecuentes en estos momentos.
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