Alfonso XIII creó dos gobiernos provisionales para la transición al régimen constitucional que no resultaron ser muy eficaces. Ante el gran descontento de estos dos gobiernos, se creó en Pacto de San Sebastián, que reunió a republicanos, catalanistas y socialistas (PSOE) para comenzar un movimiento hacia la república. De esta reunión derivan el fallido pronunciamiento militar en Jaca y una gran campaña política y de prensa en contra de la Monarquía.
El último gobierno provisional, con el almirante Aznar al poder, convocó unas elecciones municipales previas a las generales el 12 de abril de 1931 que sirvieron de reflejo de lo que la población más deseaba, ya que en la ciudades salieron una mayoría de concejales republicanos y los resultados provocaron la convocatoria de manifestaciones públicas proclamando la República.
El 14 de abril de 1931 se proclama la II República. Alfonso XIII se exilia y se forma un gobierno provisional con los asistentes la Pacto de San Sebastián (Azaña, Alcalá Zamora, etc). Sus primeras medidas fueron convocar unas elecciones a las Cortes constituyentes, negociaciones con los catalanes y vascos para sus autonomías y un proyecto de reforma agraria y del ejército.
La Constitución de la República fue totalmente innovadora y muy tolerante y liberal debido a su mayoría republicano-socialista. Entre otras cosas, reconoció a España como un Estado integral con posibilidad de autonomía para algunas regiones, formada por trabajadores de todas las clases. Reconoció el voto femenino, el matrimonio civil, el divorcio, el derecho a la educación y el trabajo. Aprobaba la expropiación forzosa, indemnización para la utilidad pública y la posibilidad de nacionalizar servicios públicos. Proclama al país como un Estado laico, con libertad de culto y sin presupuesto de culto y clero.
Durante el periodo constituyente hubo un gran debate político en la opinión pública, la prensa y en el Parlamento. Hubo también una gran oposición al régimen, tanto de la derecha como de la izquierda. Los partidos se convirtieron en partidos de masas con una gran capacidad de movilización.
- REPUBLICANOS (no revolucionarios)
- Lerroux (derecha)
- Azaña (izquierda)
- PSOE
- corriente revolucionaria (Largo Caballero)
- corriente social-demócrata (Indalencio Prieto y Julián Besteiro)
- PCE (estalinistas)
- POUM (trotskiststas)
- ANARQUISTAS
- CNT: sindicalistas
- FAI: partidarios de la acción directa (terrorismo)
- CEDA
- católicos que defienden la propiedad
- PNV (separatistas)
- Lliga Regionalista (separatistas)
- MONÁRQUICOS, CARLISTAS Y FALANGE ESPAÑOLA (José Antonio Primo de Rivera)
Ante la gran diversidad de opiniones e ideales de la II República, el gobierno pronto empezó a desmoronarse. Durante los 2 primeros años (bienio reformista), el presidente Azaña con su gobierno de mayoría republicana de izquierdas y socialistas llevó a cabo una serie de reformas que no contentaron a todos, como a los sectores de ejército dirigidos por Sanjurlo que hicieron un intento de golpe de estado en agosto de 1932 que desembocó en la creación de la UME (Unión Militar Española) de notable orientación golpista. También provocaron la radicalización de la derecha, representada por los sectores más afectados por la política reformista (Iglesia, ejército, etc) y de la izquierda también (anarquistas, comunistas y socialistas).
UGT, CNT y PCE comenzaron un intento de revolución social fomentado por la conflictividad laboral (huelgas generales), las insurrecciones campesinas y el anticlericalismo (quema de conventos). Esto provocó un desgaste en el gobierno que hizo que Azaña dimitiera y que se convocaran nuevas elecciones generales en noviembre de 1933 que le dieron la victoria a Lerroux y la CEDA dando comiendo al bienio radical-cedista.
Lerroux paralizó y desmontó las reformas llevadas a cabo por el gobierno anterior. Esto provocó el descontento de catalanes y vascos (perdieron sus "privilegios") la radicalización del PSOE y la UGT surgiendo varias huelgas y conflictos. La CEDA exige entrar en el gobierno para endurecer las medidas del orden público. Gil Robles (CEDA) entra como Ministro de Guerra, su nombramiento provoca la revolución de 1934, ya que la izquierda interpreta su entrada al gobierno como un camino al Fascismo.
La Revolución de 1934 está encabezada por socialistas, comunistas y anarquistas y lleva a cabo 2 grandes movimientos revolucionarios: la revolución en Asturias que acabó con un gran número de muertes y ejecuciones (preludio a la Guerra Civil) y la revuelta Catalana, de carácter más político, que proclamó la república de Cataluña dentro de la República Federal Española, que fue rápidamente sofocada por el gobierno.
La revolución solo sirvió para aumentar la influencia de la CEDA en el gobierno. Estos pretendía darle un giro de 180º a la Constitución volviéndola mucho más conservadora (supresión de matrimonio civil y divorcio, devolución de poder a la Iglesia). La falta de comprensión entre Gil Robles y el Alcalá Zamora hizo que éste convocara elecciones.
En las elecciones de 1936 el multipartidismo ya no existen y la participación se limita a dos bloques:
- Los partidos de izquierdas crean un Frente Popular con intención de reanudar la reformas. Su intención era salvar la república democrática y el reformismo social.
- Los partidos de derechas crearon varias coaliciones, pero sin candidatura única ni bien común.
La elecciones dieron la victoria al Frente Popular, pero aún así, aumentó la tensión social y el enfrentamiento civil. Los grupos de izquierdas continuaron con la movilización popular, mientras que los sectores conservadores iban planeando un golpe de estado. Este golpe de estado fue apoyado por los grupos de derechas (CEDA, carlistas, falangistas, etc)
El golpe de estado se desencadenó con el asesinato de Calvo Sotelo. La sublevación comenzó en Marruecos en julio de 1936 con Francisco Franco provocando la Guerra Civil.
A pesar de la riqueza de la ideas e intenciones de todos los partidos políticos, tanto de izquierdas como de derechas, al comienzo de la II República, les venció la defensa de sus propios intereses en vez de buscar e intentar conseguir un bien común que beneficiara a todos. El egoísmo fue lo que les llevó a todos los conflictos y a la caída de la República.
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