martes, 1 de abril de 2014

Grupo 6: Principales características del anglicanismo

El término anglicanismo es usado para hacer referencia al culto religioso desarrollado en Inglaterra en el siglo XVI.
El anglicanismo, a diferencia del protestantismo, no nació por razones doctrinales y teológicas, sino por causas de naturaleza política por parte de la Corona de Inglaterra. Basta con pensar que el rey Enrique VIII,  desde el principio rehusó la doctrina luterana en defensa del catolicismo, y por eso fue nombrado por el papa León X Defensor fidei.
Entre el clero inglés iba advirtiéndose un sentido de intolerancia hacia las intervenciones del Papado en las cuestiones internas de Inglaterra, y eso fomentaba el deseo de crear una Iglesia independiente de la de Roma.






El Papa Clemente VII rechazó anular el matrimonio  de Enrique VIII con Catalina de Aragón (hija de los Reyes Católicos), de la que no tuvo ningún heredero varón, para casarse en segundas nupcias con Ana Bolena.
Entonces Enrique VIII, excomulgado, hizo que el Parlamento promulgara la Ley de Supremacía (1534), con la que el rey fue reconocido como Jefe Supremo de la Iglesia de Inglaterra, y por tanto, declaraba la independencia de la Iglesia Católica.
El anglicanismo reúne elementos del cristianismo y otros del protestantismo, y en Los treinta y nueve artículos anticatólicos están contenidas las bases de la doctrina anglicana. Entre estas, cabe destacar que en las celebraciones no se hacía uso de ninguna vestimenta litúrgica y no se hacía referencia a la transustanciación, la cual era fundamental para los católicos.
Los anglicanos reconocen las Sagradas Escrituras como la palabra de Dios, única autoridad de la Fe, y en ellas encuentran la esperanza de la salvación. Dan validez a los Sacramentos, considerando únicamente el Bautizo y la Eucaristía como los más importantes porque fueron instituidos por Cristo y a través de ellos se puede acudir a la gracia divina.
Dado que el rey es considerado el jefe supremo de la iglesia, se prohibió la difusión de todos tipos de Órdenes Religiosas creadas en Roma, es decir las órdenes que estaban sometidas a la voluntad papal.
Aceptan el Libro de la Oración Común como regla práctica de fe y culto, cuyos textos están traducidos del latín al inglés, y desde ahora los ritos son celebrados únicamente en inglés.
El anglicanismo suprime la obligación al celibato, por tanto, cada uno puede elegir si casarse o quedarse célibe. También aceptan que las mujeres formen parte del clero.
Aceptan la Santísima Trinidad, pero rechazan el culto de las imágenes, la adoración de los santos, la existencia del purgatorio y la práctica de las indulgencias. Prohíben el aborto, salvo en algunos casos excepcionales (peligro de muerte para la madre, deformidad en el feto, y en caso de violación).
Con respecto al divorcio, la Iglesia anglicana sigue considerando el matrimonio como un acto vitalicio, y pues, se le puede rescindir sólo si se demuestra suficientemente que es irreconciliable, y por tanto, poder volver a casarse.
Sólo con el reinado de María Tudor se asistirá a una pequeña recatolización de la religión, pero fue imposible llevarla a cabo a causa de la muerte de esta.
A María Tudor le sucedió Isabel I, quien hizo promulgar una nueva Ley de Supremacía (1559), que marcaba la ruptura definitiva de la Iglesia anglicana con la Iglesia católica.

Hoy en día, la Comunión Anglicana cuenta con cuarenta provincias autónomas e independientes entre sí, aunque tienen como figura de referencia al arzobispo de Canterbury, quien es considerado como el instrumento de unidad dentro de la Comunión. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario