En
el siglo XX comienza un período de conflictos a gran escala que
hasta ese momento nunca se habían dado. Nos viene a la mente en
seguida la Primera Guerra Mundial (1914-1918) a la que se llamó la
Gran Guerra ya que se trató de un conflicto internacional cuyos
efectos fueron devastadores. Pero al parecer no fue el único
conflicto de esta magnitud, en Europa aparecían movimientos
fascistas y nazis, y por otra parte el comunismo en la URSS. Esto
y otros factores desencadenaron la Segunda Guerra Mundial, un
conflicto de nuevo internacional pero que sería el más cruento de
la historia y que acabaría con la utilización de armas de
destrucción masiva.
Entre
tanto en España explotaba la Guerra Civil (1936-1939) en la que el
país quedaba dividido en dos bandos, el bando de los sublevados y el
bando de los republicanos. A pesar de que el conflicto se declarara
solamente de España, ambos bandos recibieron ayudas de los países
europeos. Tras cuatro largos años que se llevaron miles de muertos y
otros tantos desaparecidos, la guerra finalizó con la proclamación
de la victoria del bando de los sublevados. Esto es, en España se
instauraba una dictadura de ideología fascista cuyo jefe de estado,
presidente y primer ministro sería el general Francisco Franco.
Todo
este ambiente de tensión que se vive en esta época se ve claramente
reflejado en las manifestaciones artísticas. Se produce una especie
de revolución, de ruptura con los sistemas tradicionales que había
de representación, los límites entre los distintos lenguajes
artísticos dejan de ser claros (entre pintura y escultura, fronteras
confusas entre géneros literarios, técnicas pictóricas que se
introducen en la escritura). Es decir, aparecen las vanguardias, las
principales son: el fauvismo, el expresionismo, el cubismo, el
futurismo, la abstracción, el dadaísmo y el surrealismo. A
continuación nos centraremos en el cubismo cuyos máximos exponentes
son Pablo Picasso, Juan Gris, Georges Braque y, sin olvidar a su
precursor, Paul Cézanne quien se opuso al impresionismo.
El
cubismo es una visión de la realidad que recibe clara influencia de
las culturas primitivas que simplificaban bastante lo que observaban
y querían representar. No guarda apenas semejanza con la naturaleza.
Lo que importa es la obra de arte en sí misma, por su forma por lo
que es, no por si representa fielmente la realidad. La desvinculación
con la naturaleza se da a partir de la distorsión o descomposición
de la figura que se quiere representar en sus partes mínimas a
partir de distintos planos. Es decir, lo que el cubismo nos intenta
decir es que un objeto puede ser apreciado desde distintos puntos de
vista dejando atrás la perspectiva lineal y jugando con las líneas
de contorno. Ni el uso de la luz y la sombra ni el de los colores
tendrá relación alguna con la naturaleza. Menos aún si tuviéramos
que hablar de las formas que por lo general serán geométricas. De
todos modos el cubismo tiene dos fases principales: la fase analítica
en la que destacan los colores cálidos y las tonalidades frías, y
la fase sintética en la que comienzan a utilizarse distintos
materiales en compañía de la pintura, es decir, los collage.
Como ejemplo del cubismo hablaremos de El
Guernica
de Pablo Picasso.
Como
anteriormente hemos dicho este cuadro se sitúa en el contexto de la
Guerra Civil Española. El cuadro fue pintado para formar parte
del Pabellón Español en la Exposición Internacional de París, de
1937. Al finalizar la guerra, con la victoria del bando de los
sublevados, Picasso quiso que el cuadro estuviera en el Museo de Arte
Moderno de Nueva York y este no volvió a España hasta el inicio del
período democrático. Esto se debió al fuerte componente simbólico
que tenía el cuadro y que representaba lo que ocurría en esos
momentos de guerra en España. Lo que motivó al artista a realizar
este cuadro fue el bombardeo sobre la villa vasca de Guernica. De
todos modos, no se refiere a este caso en particular, sino que, en
general representa el desastre que ocasionaba esta guerra al igual
que cualquier otra.
El
cuadro se puede dividir en varias partes que son símbolos de
distintos aspectos de la época. De todos modos, se han hecho
múltiples interpretaciones distintas entre sí.
- Aparece una mujer quemándose que representa los bombardeos y los incendios que ocasionaban.
-
La mujer que se escapa que simboliza a la población civil que lo único que podía hacer era intentar huir.
-
La mujer que asoma la cabeza que representa la impotencia y que solo se podía contemplar la violencia de la guerra
-
El quinqué y la luz representa que se debía hacer llegar la información a todas partes de lo que sucedía en España durante esos momentos.
-
Al lado de esa luz, aparece una lámpara eléctrica encendida con forma de ojo. Podría representar todos los organismo internacionales que solo observan desde fuera y que distorsionan la realidad que sufre España.
-
Aparece en el centro de la composición un caballo herido que podría simbolizar a todos los heridos y muertos durante la guerra.
-
En la parte izquierda del cuadro se sitúa un toro y que por sus ojos parece que está mirando a todos lados. Tiene un aspecto vigilante y violento debido a su cuerpo en tensión. Por esta razón, algunos aluden a que es símbolo del fascismo o de Franco.
-
Debajo está una madre que sostiene a su hijo en brazos que está muerto. Simboliza no tanto el dolor físico, como el sentimental al ver sufrir a los seres queridos.
-
Destaca la famosa paloma que se sitúa entre el toro y el caballo que representa la paz y la libertad oprimidas, ya que tiene un ala caída, poco espacio donde poder volar y el pico abierto como pidiendo socorro.
-
En el suelo yace un hombre que es un guerrero, aparece con el brazo cortado y en su expresión se ve el dolor. Representa a todos los soldados que mueren durante la guerra. El brazo del guerrero aún sujeta una espada rota, pero hay una flor, símbolo de la esperanza.
Esta
obra como anteriormente hemos dicho pasó cerca de 40 años en el
exilio. Debido a su gran carga simbólica que muestra los horrores de
la guerra, en caso de haber sido dejada en España durante la
dictadura franquista podría haber sido destruida.
Además
las vanguardias y su carácter rebelde contra lo tradicional y contra
los sistemas implantados era algo que no gustaba ni al fascismo ni al
nazismo. Los autoritarismos en Europa pretendían la vuelta a lo
tradicional y se oponían a cualquiera transgresión que pudiese
desestabilizar el orden en sus regímenes.
Actualmente
este cuadro se encuentra en el Museo Reina Sofía de Madrid en la
sala 206.
BIBLIOGRAFÍA
Consultado
el día 07.05.2014
Consultado
el día 11.05.2014
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