martes, 1 de abril de 2014

Grupo 10: Los motivos de la Reforma.

Durante el siglo XVI la unión de la iglesia fue desapareciendo debido a movimientos de reforma iniciados por críticas y propuestas de pensadores y políticos que buscaron un cambio en la iglesia católica; surgieron los llamados movimientos de reforma. Esta rotura de la iglesia conllevó al asentamiento de distintas doctrinas en varios lugares del continente.

La causa principal de todo esto se atribuyó a la iglesia; se veían a los miembros del clero como personas mal formadas intelectualmente, como ignorantes, y se les acusaba de dar mal ejemplo al resto de la sociedad. Los vicios y su poca preparación formaron parte de los motivos de la ruptura, pero hubo muchos más.
Se les acusaba también de abusar de su poder, y se decía que existía confusión entre lo profano y lo sagrado.
El apoyo que tenía la iglesia fue desapareciendo ya que junto a la visión negativa que se tenía de esta, sus pocos seguidores ya no se veían protegidos y sentían cierta angustia respecto al tema de la salvación.
La iglesia intentó en numerosas veces arreglar esta situación con sus propias reformas, pero no resultaron útiles y solamente contribuyeron a empeorar la unión y separar aún más los pensamientos.

Todo esto llevo a la generalización de prácticas religiosas para conseguir el paso al Paraíso o borrarse los pecados. Entre las prácticas se encontraba la compra y venta de indulgencias, los rezos, las oraciones, las peregrinaciones, las misas. De todas estas la más importante para el desarrollo de la Reforma fue la venta de indulgencias.
La angustia por el desconcierto de no saber que pasaría en el futuro hizo que la población invirtiera ciertas cantidades de dinero para vivir sabiendo que tendrá asegurado el Paraíso. Todas estas prácticas religiosas fueron después criticadas por los pensadores y críticos humanistas.

Otro factor muy importante de la Reforma fue el factor económico: desde hacía varios siglos, la iglesia había estado adquiriendo un poder económico muy importante, lo que hizo posible la adquisición de numerosas superficies cultivables, que a su vez, les proporcionaba más riqueza (entre el 20% y el 30%). Mientras pasaba todo esto, la nobleza fue perdiendo ingresos. Por lo tanto, esta situación hizo que los nobles estuvieran aún más en contra de la iglesia, ya que de esa manera conseguirían las desamortizaciones eclesiásticas y acabarían con la acumulación de bienes, además de otorgarse la posibilidad de recuperar parte de esas tierras.

Otro de los motivos que dieron lugar a la rotura fueron las ideas reformistas que se fueron difundiendo a partir de 1450 gracias al desarrollo de la imprenta. La difusión de nueva información y nuevos pensamientos fue mucho más rápida y eficaz, e hizo que muchas personas se dejasen influir por esos pensamientos humanistas y cambiaran su forma de pensar.

Todo esto contribuyó a que Europa quedase dividida en dos grupos con pensamientos distintos: por una parte estaban la población que reconocía al Papa como jefe católico supremo, y por otra parte las personas que rechazaban esa figura como autoridad de Roma.

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